Obama: 'No podemos aceptar estos hechos como si fueran rutina'

Muchos niños que asistieron este domingo a la ceremonia de homenaje a las 27 personas -20 de ellas niños- asesinadas por Adam Lanza abrazaban ositos de peluche que les había dado la Cruz Roja al entrar en el evento. En el acto de recuerdo a las víctimas, Barack Obama acabó con un discurso de 18 minutos en el que insistió en que "no estamos haciendo todo lo que podemos para proteger a nuestros niños. Como país podemos hacer las cosas mucho mejor".

El presidente de EEUU empezó su comparecencia leyendo los nombres de los siete adultos asesinados por Lanza -entre ellos su propia madre, Nancy- y lo terminó, visiblemente emocionado, enumerando uno a uno a los 20 niños, todos ellos de 6 y 7 años. Antes de la ceremonia, Obama se había reunido en privado con las familias durante más de una hora.

En su discurso, el presidente intentó, muy a la americana, introducir algo de humor al recordar que los niños de la escuela "habían seguido las instrucciones, algo que siempre hacen los chavales... a veces". Obama, fiel a su costumbre, leyó su discurso en la pantalla de un teleprompter.

El presidente fue calculadamente ambiguo. No mencionó ni una sola vez la palabra "armas", pero puso la matanza de Newtown en el contexto de irrisorios asesinatos masivos, como el de Columbine en Colorado, en 1999, Tucson en Arizona, en 2011, y Aurora, en Colorado, en julio pasado. "No podemos aceptar estos hechos como rutina", manifestó.

Y añadió: "voy a aprovechar todas las oportunidades y todos los poderes de mi cargo para poner juntos en un diálogo [para evitar más tragedias de este tipo] a mis conciudadanos: padres, educadores, profesionales de la medicina...". Obama recalcó que "como país podemos hacerlo mucho mejor".

Las víctimas

La gran mayoría de los niños víctimas de la matanza de la escuela tenía seis años (16 de un total de 20), según la lista del tiroteo divulgada por las autoridades.

El autor de los hechos, Adam Lanza, de 20 años, usó un rifle semiautomático Bushmaster 223 y dos pistolas semiautomáticas, una Glock y una Sig Sauer, para cometer la matanza.

Las tres armas estaban registradas a nombre de su madre, Nancy, que fue asesinada por su hijo en su propia casa antes de dirigirse a la escuela para perpetrar la masacre.

Debate abierto

La tragedia de Newtown también ha reabierto el complejo debate de las armas que mantiene dividida a la opinión estadounidense. Antes de su comparecencia esta noche, Barack Obama ha afirmado en dos ocasiones después de la masacre que algo debe cambiar en la sociedad estadounidense para evitar que sucesos así vuelvan a producirse. Tanto el viernes como el sábado, el presidente apuntó que la ciudadanía debe "unirse" para llevar a cabo "acciones significativas".

"El país ha atravesado demasiadas de estas tragedias en los últimos años" dijo Obama, antes de enumerar los tiroteos en la escuela de Newton, un centro comercial en Oregon el martes pasado, un templo enMilwaukee, una sala de cine en Colorado, y "un sinnúmero" de actos criminales en las calles de Chicago o Filadelfia.

El editor del prestigioso semanario 'New Yorker', David Remnick, instó en la edición de esta semana al presidente estadounidense a que no actúe "sólo como un padre" ante la tragedia ocurrida en Connecticut, sino que lo haga también como "presidente" y regule la tenencia de armas.Mientras, algunas voces han vuelto a clamar por una regulación para el acceso a las armas, como el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quien aseguró que no basta con las condolencias de Obama.

Remnick apunta que en estados como Ohio, Pensilvania, Florida y Colorado el debate sobre las armas es un asunto delicado, pero añadió que, tras su reelección, "ahora es el momento" de que Obama arriesgue parte de su popularidad en esos lugares "para salvar vidas".

Sin embargo, las posibilidades de que esta matanza de inocentes lleve a la prohibición de armas de asalto, como las usadas en Aurora y en Newtown, son inciertas. El lobby de las armas de fuego tiene un tremendo poder en el Congreso y ya ha declarado la guerra a Obama desde 2008, pese a que éste no ha hecho absolutamente nada para limitar el control y uso de estas armas, que frecuentemente son -como en el caso de Newtown- copias de modelos que usa el Ejército de EEUU.

Al otro lado de la calle en la que tuvo lugar la matanza, el edificio que es la sede a nivel nacional de la patronal de los fabricantes de armas de fuego -la Asociación Nacional de Armas Deportivas- tenía anoche la bandera de EEUU a media asta.

Fuente. DIARIO EL MUNDO DE ESPAÑA