"Dentro de la Constitución todo, fuera de ella nada". Con estas palabras
el presidente Hugo Chávez desechó, a lo largo de estos años, distintas
propuestas que le formularon sus opositores, empresarios y académicos
para resolver varias crisis que se presentaron. Sin embargo, ahora esta
máxima es enarbolada por sus detractores para rechazar rotundamente que
la fecha de la toma de posesión pueda modificarse para permitirle al
mandatario recuperarse de su cuarta operación en año y medio y asumir su
tercer sexenio consecutivo.
Para los constitucionalistas Enrique Sánchez Falcón y Gustavo Linares Benzo, así como para la magistrada de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, Blanca Rosa Mármol de León, la propuesta que formuló, a título personal, el presidente de la Asamblea Nacional, diputado Diosdado Cabello, de mover la juramentación del Jefe del Estado desde el 10 de enero a otro día no es posible.
"El 10 de enero, ciertamente es una fecha fatal, pero como todo en la vida puede alterarse por circunstancias sobrevenidas esa fecha podría modificarse, pero siempre que hayan razones de peso y que las mismas se expliquen", afirmó Sánchez, quien agregó: "Si por ejemplo el Presidente debe ser operado de emergencia o sufrió un accidente se puede alterar la fecha, pero este no es ese caso, pues desde hace más de un año que se conoce de la enfermedad del presidente Chávez y aquí no se puede hablar de un imprevisto, sino de una incapacidad manifiesta para ejercer su cargo".
No obstante, reconoce que si solicita opinión a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ese organismo permitirá que cambie la toma de posesión, pues "jamás ha fallado contra el Gobierno", pero alertó que "no se puede dejar sin fecha este acto a la espera de que el presidente Chávez se recupere. Se tiene que fijar un plazo".
Según Linares Benzo, "por analogía" el lapso máximo que debería esperarse para que el convaleciente mandatario jure su cargo es de 90 días, el mismo que la Carta Magna da para que esté temporalmente ausente del Palacio de Miraflores.
Letra sagrada
Para la magistrada Mármol de León la eventual materialización de la propuesta de Cabello implicaría una violación de la Constitución.
"La Constitución es muy clara sobre el momento en el que debe celebrarse la toma de posesión y no se puede apelar a la voluntad popular que eligió al Presidente para intentar obviarla, pues fue esa misma voluntad popular la que en diciembre de 1999 aprobó esa Constitución", afirmó, al tiempo que consideró un disparate la posibilidad de que se hable de que el TSJ podría viajar a Cuba para juramentar al mandatario.
Fuente. DIARIO EL UNIVERSAL DE CARACAS
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