Venezuela celebró como suele hacer el aniversario de la caída del general Marcos Pérez Jiménez, en 1958: dividida, al borde de la esquizofrenia y salpicada por la teoría de la conspiración perpetua.
Una pintoresca fiesta democrática cuando se cumplían 55 años del derrocamiento del dictador, recordado por dos países que viven en uno solo. Tan alejados están que hasta se pelean por la historia.
El partido mayoritario (55% en las elecciones) volvió a demostrar su fortaleza en la calle con la "toma de Caracas". La oposición (45%) lamió sus heridas en un acto de "unidad nacional", en el que se prometió elegir un candidato de consenso y competir unida si "se precipitan" las presidenciales.
Era un aniversario del que Hugo Chávez siempre participaba frunciendo el ceño desde que llegó al poder, ya que considera a Pérez Jiménez el "mejor presidente" de Venezuela. "Lo odiaban porque era militar", arengó el líder revolucionario en un recordado "Aló, presidente" de 2010.
"El que viole la Constitución y la paz de este país debe ir preso. ¡Mano dura contra la conspiración de la derecha! ¡Mano dura del pueblo, del gobierno, de todas las instituciones!", gritó el vicepresidente, que se rodeó de la "dirección colectiva" de la Revolución: Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional; Rafael Ramírez, titular de Pdvsa, quien además lo acompañará a Cuba, y Jorge Arreaza, yerno de Chávez, que también regresa a la isla.
Por su parte, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), herida tras las derrotas electorales de las elecciones presidenciales y las regionales, hizo público un manifiesto en un polideportivo abarrotado por sus seguidores y con todos sus líderes presentes.
El "juramento", dado a conocer por Ramón Aveledo, secretario ejecutivo de la MUD, marcará su destino próximo. Un candidato unitario y elegido por consenso, que a tenor de lo escuchado en el pabellón ("¡Capriles presidente!", comenzaron a corear los presentes, con tal fuerza que obligaron a saludar al gobernador), ya tiene nombre. A los otros aspirantes (Antonio Ledezma, María Corina Machado y Leopoldo López) no les quedó otro remedio que sonreír.
UN SUPUESTO ATENTADO
Finalmente no hubo pulso en la calle, pero la crispación, habitual herramienta del oficialismo, flotó en la atmósfera de Caracas. Y fue el ministro de Seguridad, Néstor Reverol, quien se encargó de echar nafta al fuego alertando sobre un presunto atentado de la "ultraderecha" contra Maduro y Cabello.
El vicepresidente utilizó la marcha para añadir que en esas presuntas reuniones conspirativas de la oligarquía se escuchó que "hay que sacar del medio al «tenientito» [Cabello] y al colectivero [Maduro]". El plan, según el ex canciller, consistiría en matar a uno de los dos y luego achacar el crimen al otro.
"Atentados hay contra los 50 venezolanos que mueren a diario", sentenció un incrédulo Capriles en el día que gobierno y oposición no lucharon en la calle, pero sí lo hicieron por la historia.
UNA FOTO PARA LA POLÉMICA
El diario El País, de Madrid, provocó esta madrugada una fuerte polémica en las redes sociales al publicar en su tapa de hoy una presunta foto de Hugo Chávez entubado, durante su tratamiento en Cuba. Poco después de conocerse la imagen, en las redes se dijo que no se trata de Chávez, sino de una imagen extraída de un video en el que aparece otro paciente. El video está disponible en YouTube. La página web de El País publicó la foto que lleva en su portada el diario papel, pero minutos más tarde la retiró.
Fuente. DIARIO LA NACIÓN DE BUENOS AIRES
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