martes, enero 15, 2013

El chavismo se decide a ejercer su poder entre dos capitales


"Somos todos hermanos. Debemos respetar y poner en práctica nuestra Constitución." La procesión de la Divina Pastora que se celebró ayer en Venezuela, una de las más tradicionales de América latina, es considerada paradigma de integración y tolerancia. Ninguna de las dos sobra en este país.
En Barquisimeto se juntaron ayer cientos de miles de devotos, chavistas y opositores, unidos en fervor a la Virgen. Todos ellos escucharon atentos las palabras de monseñor López Castillo que abren esta crónica. Entre ellos, los gobernadores Henrique Capriles y el anfitrión, Henry Falcón, que participaron activamente en el acto religioso que tanto emociona al país.
Ambos insistieron en "reforzar los lazos de reconciliación". También el ministro Ernesto Villegas recordó a la virgen durante la lectura del último parte médico de Hugo Chávez . Eso sí, la cúpula chavista no estuvo en Barquisimeto. Permanece desde hace cuatro días en La Habana.
El vicepresidente Nicolás Maduro; el titular de la Asamblea, Diosdado Cabello; el presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez; el ministro Jorge Arreaza, yerno de Chávez, y la procuradora Cilia Flores, pareja de Maduro, se sentaron con Raúl Castro para repasar la hoja de ruta del chavismo. Hasta Granma, el órgano oficial del Partido Comunista Cubano, reseñó la reunión. Los poderes Ejecutivo, Legislativo y económico confirmando que se sigue cumpliendo el Pacto de La Habana.
"Aquí estamos reunidos", confirmó Arreaza, mientras Elías Jaua, otro líder oficialista, no sabía qué responder cuando le preguntaron sobre los puntos tratados en Cuba. Eso sí, volvió a reclamar "unidad de mando y lealtad", en una asamblea celebrada en Caracas con patrulleros del PSUV, que estrenó el nuevo grito de guerra del chavismo: "¡Con Chávez y Maduro, el pueblo está seguro!".
Jaua se olvidó de citar al presidente cubano, que marcó la línea política el sábado pasado. Raúl Castro mostró en un comunicado su "seguridad en la capacidad del pueblo venezolano y sus instituciones para afrontar y vencer cualquier desafío". El guante lo recogió el Partido Comunista Venezolano, que ayer a primera hora hizo públicos sus deseos: "No hay que dejarle la calle a la oligarquía".
Dicho y hecho. Horas después el PSUV convocó a una gran manifestación para el 23 de enero, el mismo día elegido previamente por la oposición para protestar en contra de la sentencia del Tribunal Supremo. "La fuerza de la revolución tomará Caracas por los cuatro puntos cardinales", arengó Jorge Rodríguez, su jefe de campaña.
A la fuerza del chavismo en la calle se unirán los fondos públicos para sostener la movilización, cuyo gasto proselitista es ilegal, y las presiones a funcionarios, contratados eventuales, damnificados de las inundaciones y beneficiarios de las misiones sociales.
En la misma convocatoria, Rodríguez no tuvo rubor al afirmar que la cúpula chavista permanecerá en Cuba "el tiempo que sea necesario".
Las denuncias de la oposición le resbalan al oficialismo, que navega viento en popa, puerto en puerto, cumpliendo la hoja de ruta marcada. Poco importa que Primero Justicia, partido de Capriles, denunciara ayer que la toma de decisiones en Cuba "es una flagrante violación de la soberanía nacional".
Incluso desde la izquierda nacionalista no se ve claro que La Habana se haya convertido en su capital política. Joel Acosta Chirinos, uno de los militares que lucharon junto con Chávez en el golpe de Estado de 1992, insistió ayer en que "la influencia de Cuba puede ser anulada por la participación del pueblo venezolano".
La polémica amenaza incluso con opacar uno de los momentos políticos más importantes del año. Hace justo 12 meses, Hugo Chávez realizó su última gran demostración parlamentaria. Más de nueve horas para el Cuenta y Razón, el debate del estado de LA NACION a la criolla.
Para hoy está previsto que sean sus ministros quienes rindan cuentas de los logros conseguidos en 2012. Se esperaba que también fuera el debut de Maduro en la Asamblea, tal y como insinuó la presidenta del Supremo en su polémica sentencia sobre la "continuidad administrativa" del oficialismo.
Roma locuta, causa finita est ", escribió Elías Pino en su Twitter. Siempre mordaz, el más prestigioso de los historiadores venezolanos parafraseó a San Agustín para resumir el estado político de su país. ¿La traducción? "Cuba ha hablado, el asunto se acabó".
LULA VIAJARÁ A CUBA
El ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva viajará el próximo 28 a La Habana, donde Hugo Chávez se encuentra convaleciente desde hace más de un mes. Aunque sus colaboradores no lo confirmaron, no descarta visitar al presidente venezolano, según publicó la prensa brasileña el fin de semana.

El propósito de su viaje es participar el próximo 29 en la III Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo, informó ayer el instituto que lleva su nombre. Durante su gobierno, entre 2003 y 2010, Lula, que también sufrió un cáncer, construyó una sólida relación con Chávez.


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