Dirección y sindicatos de Iberia vuelven a verse esta mañana en Madrid para discutir la propuesta de acuerdo que ayer les presentó el mediador Gregorio Tudela. Son siete folios en los que el catedrático de Derecho del Trabajo dela Universidad Autónoma declara como herramienta para llevar a cabo el ajuste en la aerolínea el ERE vigente en la compañía (72/01). De este modo, Tudela pide que sea retirado el ERE que tiene como fecha de ejecución el 14 de marzo sobre 3.807 empleados.

El mediador habla de la “urgencia” de la Iberia por reducir su actual plantilla de 20.000 personas, pero ha reducido el número de despidos a 3.141 trabajadores. El citado ERE 72/01 abre para ellos la puerta de las prejubilaciones, bajas temporales e indemnizaciones de 35 días por año trabajado (varía según el colectivo). El ERE presentado el 12 de febrero por Iberia contempla, sin embargo, indemnizaciones de 20 días por año trabajado y un techo de 12 mensualidades.
Tudela señala como excedentes a 258 pilotos, frente a los 329 de la última propuesta amistosa de Iberia del 31 de enero; 627 tripulantes de cabina de pasajeros, por encima de los 545 que la empresa señaló antes de optar por el ERE, y 2.256 trabajadores de tierra, en línea con los 2.273 de la última oferta de Iberia.
Esta propuesta no es vinculante y desde IAG, el consejero delegado Willie Walsh ya ha hecho declaraciones en las que se muestra reacio a aceptar indicaciones de agentes externos a Iberia. Esta mañana, tanto empresa como sindicatos deberán hacer sus observaciones al plan de paz. Este exige que la aerolínea frene su ERE y que los representantes de los trabajadores levanten la huelga que se mantiene esta semana y que vuelve a convocarse del 18 al 22 de marzo.
De igual modo que la dirección parece reacia a adoptar esta hoja de ruta, los sindicatos podrían ver con preocupación que no se hayan fijado compromisos de incremento en la producción a partir de 2014, uno de los caballos de batalla para garantizar la viabilidad futura de Iberia.
Además de las rebajas salariales directas, los empleados deberían aceptar una congelación hasta finales de 2015, negociándose a partir de 2016 un nuevo escenario salarial en función de la productividad y de los resultados económicos de Iberia. Los empleados también ven paralizadas la antigüedad y los ascensos, entre otras medidas.
Tudela pretende que ambas partes abran un mes de nuevo tira y afloja en el que empresa y sindicatos busquen mejoras en la productividad. Si durante ese tiempo no hay acuerdo, Iberia podría incrementar en cuatro puntos porcentuales el tijeretazo en las nóminas.


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