En lo que podría ser el golpe final contra la prensa independiente en Venezuela, y cuando faltan apenas cuatro semanas para las elecciones presidenciales,Globovisión, la única cadena de televisión crítica con el chavismo, habría sido vendida a un empresario afín al gobierno de Nicolás Maduro, según revelaron ayer diversas fuentes.
Globovisión viene soportando los embates del gobierno venezolano, que a través de los organismos estatales de supervisión de medios lanzó medio centenar de multas o procesos administrativos en los últimos años contra la señal de cable, fuertemente crítica de la gestión del chavismo.
Como efecto inmediato, de confirmarse el presunto traspaso, el candidato de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Henrique Capriles, quedaría con escasa exposición televisiva durante la breve campaña previa a las elecciones del 14 de abril, dada la tendencia editorial oficialista que campea en la grilla televisiva venezolana.
"El capital mayoritario de Globovisión fue vendido. Pero la participación minoritaria de Nelson Mezherane [20%] no la vende a quienes han sido sus perseguidores", agregó. La persecución a la que aludía Aguiar fue un serio intento del gobierno de Chávez de forzar la venta de su parte accionaria, resistido por Mezherane. El principal accionista del canal es Guillermo Zuloaga, actualmente exiliado en Estados Unidos por una causa que el gobierno le abrió en relación con otra de sus empresas, una concesionaria de autos. Según los allegados a la causa, no fue más que otro ariete del gobierno para embestir contra la empresa.
También el historiador mexicano Enrique Krauze, uno de los intelectuales que mejor han descifrado las claves del poder chavista, dijo tener conocimiento, ayer, durante su participación en una mesa redonda de la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Puebla, México, de la venta de las acciones.
Y según los diarios venezolanos El Nacional y El Universal, la transferencia se habría hecho a un grupo ligado a la actividad aseguradora, encabezado por Juan Domingo Cordero, cercano al chavismo. El diario precisó que es un empresario vinculado al negocio bursátil, bancario y asegurador. Es el principal accionista y miembro del consejo de administración de Seguros La Vitalicia, y formó parte de la comisión creada por el Banco Central de Venezuela para integrar las actividades del mercado de valores en el área metropolitana de Caracas.
Globovisión convocó a sus trabajadores para una reunión a las 13 de hoy, y, luego de horas de reserva, publicó un comunicado en su sitio web donde señala que durante la tarde informará "sobre las versiones extraoficiales que han circulado en diversos medios de comunicación y redes sociales sobre la supuesta venta del canal de noticias".
"Es un canal que ha sido acosado de distintas maneras. Le han abierto cerca de 50 procedimientos administrativos y legales. Estos procedimientos básicamente tienen el trasfondo de que Globovisión tiene una línea crítica e independiente del gobierno", dijo a LA NACION el especialista en medios Carlos Correa, de la fundación Espacio Público.
Correa recordó que, entre las demandas más recientes, el canal debió pagar una multa de dos millones de dólares en junio pasado por haber transmitido un motín carcelario en la prisión El Rodeo, donde murieron 22 personas. Según los entes reguladores del gobierno, esa transmisión causó "zozobra" en la población.
Y este mismo año el canal recibió una nueva sanción por el mismo motivo: la transmisión de otro motín, ahora en la cárcel de Uribana, donde hubo más de 50 muertos.
Así, mientras el gobierno se ocupa de los medios en vez de las cárceles, crece el acoso a Globovisión. Otra medida disciplinaria, si se quiere más informal, fue la presencia de activistas motorizados del chavismo, que se mostraron amenazantes ante las puertas del canal en dos ocasiones durante la semana pasada, luego de la muerte del líder.


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