miércoles, marzo 20, 2013

Líderes, lágrimas y regalos

Un cálido saludo para acercar posiciones

Cristina Kirchner, acompañada en la primera fila por gran parte de la comitiva oficial.  Foto: AFP

Sonriente y de traje oscuro, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, fue la segunda mandataria en saludar al papa Francisco, luego de Cristina Kirchner. Dilma, que no le soltó la mano al Pontífice durante el saludo, conversó animadamente con Francisco y, así, dejó en claro su intención de relanzar la relación entre su país y la Santa Sede. Rousseff permanecerá en Roma un día mas de lo previsto, ya que hoy tendrá una audiencia privada con el Papa. Anteayer, la presidenta adelantó que quería conversar con Francisco sobre "la pobreza y el hambre".


Rafael Correa

Acompañado por su madre y sin contener las lágrimas
Rafael Correa no pudo contener las lágrimas cuando le tocó el turno de saludar al papa Francisco. Fiel a su estilo efusivo y vestido con su tradicional camisa indígena, el presidente ecuatoriano le sujetó varias veces la mano y hasta pareció que quería abrazarlo. Acompañado por su madre, Norma Delgado, a la que el Papa besó en la mejilla, Correa conversó con el nuevo pontífice y le mostró una foto. Correa se definió varias veces como un católico practicante "de izquierda" y se jacta de tener muchos amigos sacerdotes.

Enrique Peña Nieto

Con Francisco, el PRI regresa a una misa pública
Fue otro signo de los cambios que alienta Enrique Peña Nieto: ayer, por primera vez, un presidente mexicano surgido del PRI -que durante décadas mantuvo fuertes diferencias con la Iglesia- asistió públicamente a una misa. El mandatario saludó a Francisco junto a su esposa, la actriz Angélica Rivera, y sus dos hijas. Rotas en 1867, las relaciones entre México y el Vaticano fueron inexistentes durante 130 años. Peña Nieto dijo tener "enormes coincidencias" con las posturas de Francisco y lo invitó a visitar México, el segundo país con mayor cantidad de católicos.

Sebastián Piñera

Rosarios para bendecir y un guiño a Chile
Ambos católicos practicantes, Sebastián Piñera y su esposa, Cecilia Morel, fueron a la ceremonia de ayer con varios rosarios para que el Papa los bendijera. "Nos preguntó de quiénes eran, le dijimos que eran de nuestros nietos. Nos preguntó cómo se llamaban y bendijo con mucha cercanía y cariño", contó el presidente chileno, que también le pidió al Papa que rezara por un amigo. Además, Piñera dijo que "con una sonrisa" Francisco asintió a su invitación para que visite Chile, y que le recordó con cariño sus tiempos de seminarista en el país, a fines de los 50.

Máxima Zorreguieta

La futura reina de Holanda, emocionada
En una muestra de su devoción, la princesa de Holanda, la argentina Máxima Zorreguieta, que el próximo 30 de abril se convertirá en reina, se arrodilló ayer frente al papa Francisco, ante quien se la vio visiblemente emocionada. No es para menos: bautizada católica desde su nacimiento, Máxima no renunció a su religión ni siquiera cuando se casó con el príncipe Guillermo, que es miembro nominal de la Iglesia Reformada Holandesa. Antes del inicio de la ceremonia, la princesa también intercambió un cariñoso saludo con Cristina Kirchner.

Federico Franco

Un mate y una hamaca paraguaya como regalos
Una hamaca paraguaya, un mate, un libro sobre misiones jesuíticas y una colección de estampillas. El presidente paraguayo, Federico Franco, detalló la larga lista de obsequios que le entregó a Francisco. Entre ellos, una hamaca típica "para que pueda descansar" en la residencia veraniega de Castel Gandolfo. "Le trajimos una colección de estampillas relacionadas con la Virgen de Caacupé, a la que el Papa se refirió como la gloriosa mujer paraguaya, y también relacionadas con Cerro Porteño, que tiene los mismos colores que San Lorenzo", enumeró Franco.


FUENTE: LA NACIÓN DE ARGENTINA

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