La devastadora explosión que tuvo lugar en la noche del miércoles cerca de Waco (Texas) ha dejado decenas de víctimas mortales y 179 heridos, según informó el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, D.L. Wilson, quien no quiso confirmar el número de fallecidos, y los hospitales que están atendiendo a las víctimas.
"Hemos confirmado que hay víctimas mortales", dijo el portavoz, quien aseguró que espera que el número crezca a medida que los trabajadores de emergencia vayan casa por casa en la localidad de West para evaluar los daños. Según la CBS, entre los muertos habría bomberos que acudieron a extinguir las llamas.
Aunque aún se desconoce el número exacto de afectados, se teme que la cifra pueda alcanzar el centenar, según informa la cadena CNN, que confirma al menos dos muertos. Una televisión local, que cita a un responsable del servicio de urgencias, habla de al menos 60 muertos, aunque no hay confirmación oficial. Una cifra similar a la que proporcionan los bomberos que han cifrado el número de fallecidos en 60 o 70, según aseguran los medios locales.
La explosión ocurrió a las 19.50 horas (0.50 hora peninsular española) del miércoles en la planta industrial West Fertilizer Plant, en la localidad de West, a unos 20 kilómetros al norte de Waco y unos 100 kilómetros al sur de Dallas. Al parecer fue tan fuerte que se oyó en Waxahachie, a 75 kilómetros del lugar.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) registró un movimiento en la tierra de magnitud 2,1 la escala de Richter a causa del estallido, que fue percibido como varias explosiones sucesivas por los habitantes.
La fábrica situada en el este del estado de Texas quedó totalmente destrozada por la explosión. Las imágenes de televisión mostraban una enorme nube de humo sobre el lugar y edificios en llamas.
El portavoz del Departamento de la Seguridad de Texas manifestó que el daño registrado es comparable a la destrucción causada por la explosión de una bomba que en 1995 arrasó el Edificio Federal Murrah en Oklahoma City y que entonces causó 168 fallecidos.
Las autoridades buscan 'por todas partes'
"Los bomberos pueden luchar contra el fuego por el momento ...Se encuentran en la zona, pero no pueden acercarse a causa de los gases tóxicos que se escapan", añadió. La policía de Texas confirmó que hay varios bomberos y personal de emergencias desaparecido tras la explosión.
"Puedo confirmar que puede haber bomberos que se encuentren en paradero desconocido y potencialmente un agente de la ley también", dijo el sargento de policía de Waco Patrick Swanton, quien también puntualizó que los fuertes vientos están dificultando las labores de rescate.
Decenas de edificios resultaron afectados por la explosión, incluidos una residencia de ancianos y una escuela. El alguacil del condado de McLennan, Parnell McNamara, relató que el hogar de ancianos y gran parte del centro de la ciudad había sido evacuado.
De acuerdo al alcalde de West, Tommy Muska, por los efectos de la explosión quedaron destruidas unas 80 casas de la localidad. Según Muska, edificios en un radio de cinco bloques resultaron gravemente dañados. El diario local 'Waco Tribune-Herald' aseguró que los bomberos estaban tratando de apagar un incendio en la planta cuando ocurrió la explosión, y que algunos estaban entre los heridos.
"Vamos a buscar por todas partes. Vamos a hacer que todo el mundo esté contabilizado. Eso es lo más importante en estos momentos", dijo el alcalde de West, donde la mitad de sus 2.800 habitantes han sido evacuados por temor a más explosiones y al efecto de los gases. Las autoridades también advirtieron de que el aire podría verse contaminado tras la explosión, por lo que el peligro para los habitantes todavía no ha cesado.
Todo devastado
"Está todo devastado. Nunca he visto nada como esto. Parece una zona de guerra con todos los escombros..." ha afirmado el sheriff del condado de McLennan Parnell McNamara.
Un testigo de la explosión, Bill Bohannan, que en ese momento estaba de visita en casa de sus padres, cerca de la planta, dijo al diario que la explosión fue "devastadora". "Dije, esto va a explotar... Y les pedí a mis padres que entraran en el coche. Estaba de pie junto a mi coche con mi novia, a la espera de que mis padres saliesen y (la planta) explotó. Nos golpeó contra el vehículo", dijo.
"Inicialmente fue un pequeño fuego y el agua entró en contacto con el amoniaco," entonces hubo una gran explosión, relató un recepcionista de un hotel cercano.
Equipos emergencia, ambulancias, cuerpos de seguridad, y otros vehículos de emergencia se han desplazado hasta el lugar y están evacuando a los heridos a un campo de fútbol cercano que está actuando de hospital de campaña.
El gobernador de Texas, Rick Perry, sostuvo en un comunicado que se está vigilando la evolución y recopilando información de todo lo que vaya surgiendo del accidente. "También hemos movilizado recursos del Estado para ayudar a las autoridades locales. Nuestros pensamientos y oraciones están con el pueblo de West", afirmó.
El 19 de abril de 1993, después de un sitio de más de 50 días, el rancho de la secta de los davidianos, en las afueras de Waco, fue destruido por un incendio provocado en el que murieron alrededor de 80 personas, incluidos 20 niños, víctimas de un suicidio colectivo.
Sin embargo, el congresista por Texas Bill Flores, en declaraciones a la CNN, descartó que la explosión de la pasada noche se haya tratado de un sabotaje.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario