Su voz grabada, resonante, y su rostro en pancartas acompañaron a toda hora a Nicolás Maduro en sus mitines. Aunque Hugo Chávez murió hace más de un mes, este domingo encaró simbólicamente sus últimos comicios en Venezuela, dominados por ecos y tributos a su legado.
En muchos sentidos, el resultado de las elecciones fue una manifestación de la voluntad del electorado venezolano de ratificar la propuesta chavista, ahora con Nicolás Maduro en el timón.
En los actos de campaña de Maduro, la voz de Chávez se escuchaba en altoparlantes cantando ‘Patria querida’, el himno nacional o expresando su última voluntad política pocos meses antes de morir de un cáncer: “Ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, yo se lo pido desde mi corazón”.
Desde antes de que arrancara la campaña el 2 de abril, las multitudes que acompañaban a Maduro se conmovían hasta las lágrimas cada vez que escuchaban o veían en videos a Chávez, cuya imagen también permaneció estampada en las paredes de las calles de Caracas y se difundió constantemente en el canal oficial VTV.
Eso terminó por definir la campaña: Maduro hizo todo tipo de homenajes, referencias y promesas para continuar con el legado del ‘comandante’, mientras que Capriles realizó ímprobos esfuerzos para separar a Maduro de la imagen del hombre que gobernó Venezueladurante 14 años desde 1999.
El pajarito en que Chávez se le apareció a Maduro, artistas enfrentados, denuncias de atentado, de manipulación de máquinas electorales y de uso de recursos públicos... la campaña tuvo sorpresas y palabras altisonantes, pero muy escasas propuestas concretas.
“Pero ahora, el país pasa una página, se mueve a un nuevo escenario donde Chávez seguirá siendo una figura clave del chavismo pero la política nacional será distinta”, acota Sierra, autor de varios libros sobre la realidad política venezolana.
Por su parte, el politólogo John Magdaleno, director de la firma de consultores Polity, expone: En futuras elecciones “se recurrirá a Chávez como un símbolo muy relevante, como un ícono de la revolución en América Latina; será reivindicado por sectores de izquierda, pero el tiempo se encargará de dimensionar y ajustar la verdadera significación del presidente Chávez y su lugar en contiendas electorales”.
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