Al menos 12 casos investigados y 29 personas detenidas en lo que va del año convierten a Cochabamba en el nuevo punto de salida de los denominados “tragones”, personas que trafican droga en sus estómagos hacia Chile, una nueva ruta del narcotráfico.
El director interino de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) en Cochabamba, mayor Mirko Bustos, detalla que durante este año se han realizado 12 operativos en los que fueron detenidas 29 personas, en todo el proceso de indagación referido a casos de “tragones”.
La novedad que surgió en la pesquisa es que ninguno de los “tragones” fue capturado en el aeropuerto de Cochabamba y que fueron contratados para llevar droga por vía terrestre hacia Chile, aunque no se sabe si era el destino final o si la mercancía iba a ser llevada a otra ciudad o país.
La coordinadora de la Fiscalía de Sustancias Controladas en Cochabamba, Claudia Mansilla, refuerza esta versión al confirmar que en esa entidad se abrieron 12 casos relacionados con este tipo de traficantes y en cinco fueron secuestradas cápsulas que estaban preparadas para ser ingeridas. También se detuvo a algunos sujetos que las fabricaban, entre ellos un colombiano que se encargaba de transformar la droga sólida en líquida. “Es el único extranjero capturado en estos operativos, el resto son bolivianos”.
La FELCN advierte que el riesgo que corren los “tragones” es alto y por doble partida, ya que el transporte de estupefacientes es un delito que se castiga con la privación de libertad, pero portarlos dentro del cuerpo pone además en riesgo su vida.
El mayor Bustos explica que si una de las cápsulas se destruye o revienta en el interior del organismo de las personas, puede provocar la muerte inmediata. “Lo que pedimos a esos individuos es que piensen qué es más importante, su salud y su vida, o el dinero que puedan obtener cometiendo un delito”. El jefe antidroga cuenta que los 15 “tragones” capturados este año fueron detenidos cuando estaban en los buses, como pasajeros.
“Primero hacemos una observación física de las personas y es fácil identificar a un sujeto que no ha comido durante días y que ha estado tomando agua para prepararse, ya que muestra cierta sintomatología externa. Los detectamos y luego usamos algunos medios tecnológicos, como los rayos x, para confirmar”, explica Bustos.
Señala que a estos traficantes también los delata su nerviosismo, “porque toda persona que está cometiendo un ilícito tiene una reacción diferente a lo normal”. De acuerdo con la información que logró la FELCN, a cada uno de los “tragones” se les ofrece entre 1.000 y 1.200 dólares, y pueden llevar hasta un kilo de droga.
Sin embargo, según estudios forenses, el estómago puede transportar entre 80 y 130 cápsulas de cocaína, cada una con un peso de diez gramos. Esas cifras permiten estimar que un “tragón” puede llevar algo más de un kilo de droga, que en el país tendría un valor de 1.500 dólares, pero una vez en el exterior, si es en Sudamérica, puede alcanzar los 20.000 dólares o si es España o un país europeo, hasta 100.000 dólares.
El crimen busca nuevos destinos
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) en Cochabamba determinó que Chile —por vía aérea— es la nueva ruta de los traficantes de cocaína en lugar de Brasil y Argentina, a donde viajaban “tragones” por avión.
El director interino de la FELCN en el valle, mayor Mirko Bustos, explica que de acuerdo con todos los elementos que han identificado en las investigaciones, el destino ya no es Sao Paulo, Brasil, o Buenos Aires, Argentina, sino Iquique, Chile.
Aunque son datos extraoficiales, en los primeros cuatro meses de 2012 la fuerza antidroga detectó y evitó la salida de cinco personas que portaban droga en sus estómagos y que pretendían viajar a Sao Paulo; este año, en el mismo periodo, cayeron 15 que tenían como destino a Iquique.
La Fiscalía antidroga en Cochabamba ahora está sobre la pista de los surubís, toda vez que los buses de viajes internacionales e interdepartamentales cada vez son más inspeccionados por los efectivos de la FELCN. Tanto el control operativo como los fiscales saben que los narcotraficantes buscan formas de delinquir y que en ese propósito no miden riesgos para otros posibles involucrados.
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