jueves, mayo 16, 2013

Japón crece un 0,9% en el arranque de 2013 por las políticas de estímulo de Abe


El ambicioso programa de estímulos monetarios y fiscales promovido por el primer ministro de Japón, Shinzo Abe ha pasado con nota su primer examen. Según ha desvelado este jueves el Gobierno japonés, la economía oriental creció en el primer trimestre un 0,9%, lo que la aleja definitivamente de la recesión que la atenazó a mediados del año pasado. La economía japonesa no solo sobrepasó con creces las expectativas de los expertos, sino que exhibe el mayor ritmo de crecimiento entre los países avanzados del G-7 en el arranque de 2013.
El contraste con el devenir de la zona euro es notable. Un día después de que Eurostat confirmara que la eurozona sufre la recesión más prolongada de su historia, con el PIB de los Diecisiete descontando otro 0,2% en el primer trimestre, la economía japonesa protagoniza un sorprendente acelerón, para superar incluso a Estados Unidos, cuyo PIB avanzó un 0,6% en el primer trimestre. Un contraste que alimenta el debate sobre la distinta orientación de la política monetaria, que enfrenta a la zona euro con Japón y Estados Unidos, cuyos bancos centrales están siendo mucho más agresivos, con inyecciones de liquidez sin precedentes por su amplitud (compran títulos públicos y privados) como por su dimensión. 
"Las políticas económicas del primer ministro Abe están comenzando a surtir efecto", destacó el ministro de Economía japonés, Akira Amari, tras la difusión de los datos. "La economía japonesa entra, de forma clara, en una fase de recuperación", coreó Tomo Kinoshita, economista jefe del servicio de estudios de Nomura.
Las Abeconomics, como han sido bautizadas, además del tradicional paquete de estímulo fiscal (cerca de 100.000 millones de euros, centrados en la inversión pública), suponen un giro radical en la política monetaria del Banco de Japón, ejecutada desde abril por Haruhiko Kuroda, el nuevo gobernador de la entidad, que no tiene empacho en ejecutar la directrices de Abe. En su prolongada lucha contra la deflación, el Banco de Japón se puso por primera vez como objetivo llevar el IPC japonés a una tasa anual del 2% en dos años. Y para ello, duplicó sus inyecciones de liquidez en la economía mediante la compra de bonos públicos y títulos privados de renta fija, desplazando buena parte de la inversión a los plazos más largos.
El efecto más polémico de las Abeconomics es la depreciación del yen, por sus consecuencias sobre el comercio internacional. El Gobierno japonés defiende que su objetivo es reactivar la demanda interna, no incentivar las exportaciones abaratando el tipo de cambio de su divisa, un movimiento que podría desatar una guerra de divisas.
Hasta ahora, la política sido validada por los foros internacionales (G-7 yG-20), pero se contempla con suspicacia. Porque lo cierto es que el yen se ha depreciado cerca del 30% en relación al dólar y al euro desde que Abe desvelara sus planes en noviembre, en plena campaña electoral. Y que es la cotización de las principales compañías exportadoras lo que sustenta la revalorización del Nikkei, el índice selectivo de la Bolsa de Japón, que ha subido un 60% en seis meses
Los datos desvelados este jueves ofrecen argumentos para todos los gustos. El notable crecimiento del PIB en el primer trimestre se sustentó en el consumo privado, que también aumentó un 0,9% respecto al trimestre anterior, un claro indicador de que las medidas de estímulo de Abe han contribuido a que los japoneses recuperen la confianza y empiecen a gastar. Pero el comportamiento del sector exterior también es significativo. La depreciación del yen ha impulsado las ventas al exterior un 3,9%, en contraste con la caída de los últimos meses de 2012 (-2,9%). Las importaciones también han aumentado, pero a menor ritmo (un 1%).
Los expertos dan por hecho que el crecimiento se prolongará en los próximos trimestres, ya que el plan de estímulo fiscal, que ya ha inducido un crecimiento del 0,8% en la inversión pública, apenas ha entrado en vigor. Lo que está por ver es el efecto de las Abeconomics en los precios: en marzo, el IPC japonés retrocedió otro 0,9% y enlaza ya diez meses a la baja. Los salarios tampoco levantan cabeza, con un descenso del 0,6% respecto a 2012. Y las empresas,todavía con exceso de capacidad instalada, siguen remisas a invertir.


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