INSULZA A LA OEA

Las siguientes son las razones por las cuales el actual Ministro del Interior ha concentrado el consenso en torno a su nombre para ser ratificado el próximo lunes como Secretario General de la OEA:

Primero, haber propuesto su candidatura en representación de Chile, con todos los sectores políticos de gobierno y oposición, respaldando su aspiración. Cuando su nombre fue inscrito tiempo atrás a esa importante ceremonia concurrió entre otros el entonces Presidente del Senado, Hernán Larrain para mostrar que era un candidato ciertamente nacional.

Segundo, haber presentado un discurso con tres énfasis: reformas al interior de la OEA, funcionamiento en torno a la misión que debe cumplir, y liderazgo. En estos tres pilares Insulza dejó instalada la idea en su discurso pronunciado en el seno de la OEA, que su candidatura era para potenciar el Organismo multilateral.

Tercero, haber sorteado con éxito y demostrado que no era un candidato representante de sectores contra alguna nación miembro de la OEA.

Cuarto, las propias características del candidato que se resumen en un hombre de Estado, con una exquisita formación diplomática, conocedor del Derecho Internacional, experimentado en las relaciones exteriores, amplia capacidad negociadora, hombre de acuerdos, y escencialmente un líder para enfrentar y tomar desafiós.

Quinto, la forma en que el Gobierno y la Oposición de Chile, salieron a dialogar con cada una de las naciones representadas en la OEA, para mostrar la conveniencia del nombre de Insulza. Este prolijo trabajo, rindió hoy sus frutos y el apoyo decidido que dieron en su momento Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay, Ecuador, y el Caribe, se reflejó en sostener los 17 votos conquistados que dieron un quíntuple empate. Y a partir de ese hecho no bajar la guardia y trabajar en fortalecer lo ya ganado y seguir charlando con las demás naciones abrieron las compuertas para esta candidatura de consenso.

Sexto, José Miguel Insulza, llegará a cumplir con lo prometido en un momento crítico para la Región a trabajar con cada uno de los Estados, y básicamente con políticas preventivas y proactivas que contribuyan en tres direcciones: unidad, integración y cumplimiento del mandato de la OEA.

Es un triunfo de toda la Región y no es una derrota para Luis Ernesto Derbéz. Chile y México tienen profundos lazos de amistad. Hemos diseñado una alianza estratégica, por lo que no es un aventura señalar que nos hemos vuelto a dar una mano, hoy en el nombre de Insulza y mañana seguramente se devolverá la mano a Derbéz o a otro distinguido mexicano. La conclusión es que tenemos mucho que avanzar en el futuro y con altura de miras comprender los grandes temas que se deberán tratar en el seno de la OEA.