El dirio La Tercera: Reformas constitucionales: el fin de la transición
Amerita celebrar el fin de un proceso por el cual no sólo se llega a una Constitución más democrática, sino que también se cierra un ciclo en la historia política del país.Existe consenso respecto de que con las reformas constitucionales aprobadas y despachadas anteayer se cierra -como lo destacó el Presidente de la República- la etapa de 15 años que se ha llamado la "transición", iniciada con el retorno de la democracia. Y consenso, requisito básico de cualquier Constitución -un documento que el ministro del Interior correctamente calificó como "la ley de las leyes"- es lo que nunca generó el texto aprobado en 1980, tanto por el contenido de algunos aspectos de fondo, como por la forma en que se presentó a la aprobación de la ciudadanía hace 25 años.
Ello, por cierto, no desconoce que la Carta Fundamental -que ya había sido mejorada en otras ocasiones, en especial en 1989- tiene aspectos que ya eran valorados. Es innegable, por ejemplo, su aporte a la estabilidad institucional y también el valor del recurso de protección, instrumento jurídico que defiende al individuo ante el poder del Estado. Pero no hay duda de que las recientes reformas obedecieron a la necesidad de poner la Constitución a tono con las características y expectativas de una democracia consolidada como la chilena.
Amerita celebrar el fin de un proceso por el cual no sólo se llega a una Constitución más democrática, sino que también se cierra un ciclo en la historia política del país.Existe consenso respecto de que con las reformas constitucionales aprobadas y despachadas anteayer se cierra -como lo destacó el Presidente de la República- la etapa de 15 años que se ha llamado la "transición", iniciada con el retorno de la democracia. Y consenso, requisito básico de cualquier Constitución -un documento que el ministro del Interior correctamente calificó como "la ley de las leyes"- es lo que nunca generó el texto aprobado en 1980, tanto por el contenido de algunos aspectos de fondo, como por la forma en que se presentó a la aprobación de la ciudadanía hace 25 años.
Ello, por cierto, no desconoce que la Carta Fundamental -que ya había sido mejorada en otras ocasiones, en especial en 1989- tiene aspectos que ya eran valorados. Es innegable, por ejemplo, su aporte a la estabilidad institucional y también el valor del recurso de protección, instrumento jurídico que defiende al individuo ante el poder del Estado. Pero no hay duda de que las recientes reformas obedecieron a la necesidad de poner la Constitución a tono con las características y expectativas de una democracia consolidada como la chilena.
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