El cuarto terrorista que participó en los atentados de Londres era Lindsey Germail, un joven británico de origen jamaicano, según fuentes policiales citadas por Sky News y BBC. Sus restos estaban en la estación de metro de King's Cross. La Policía se esfuerza en localizar al 'cerebro' de la masacre que, al parecer, huyó un día antes de que se cometiera. Los registros continúan en Aylesbury y se han evacuado más casas en Beeston (Leeds). La procedencia de Lindsey Germail ha causado cierta sorpresa, ya que los otros tres implicados en la matanza eran también británicos pero de origen paquistaní
LOS AUTORES MATERIALES
El director de la Policía Metropolitana, Ian Blair, ha confirmado por primera vez de forma oficial que los atentados de Londres fueron obra de 'kamikazes'. Esta constatación convierte al 7-J como el primer ataque suicida llevado a cabo por terroristas en suelo europeo. Los responsables directos de la matanza del 7-J tienen nombre y apellidos: Mohammed Sidique Khan, de 30 años, Hasib Hussain, de 18, Shehzad Tanweer, de 22, y Lindsey Germail, cuya edad no se ha revelado. Todos británicos de origen paquistaní, -excepto el último, que era jamaicano- son los supuestos autores materiales de la masacre. Los cuatro vivían en el condado de West Yorkshire. En las cámaras de la estación de Luton aparece un quinto hombre cerca de los cuatro 'kamikazes' y se investiga si pertenecía a la célula suicida. Este hombre podría estar fugado en la zona de Londres.
EL SUPUESTO CEREBRO
Los investigadores sospechan que detrás de los cuatro supuestos autores materiales de la masacre del 7-J hay un 'cerebro' que continúa vivo. Dada la juventud de los autores de los ataques, de edades comprendidas entre los 19 y 30 años, la policía considera que otra persona pudo coordinarles y darles instrucciones sobre cómo tenían que colocar las bombas. Los investigadores creen haber identificado al cerebro de la operación. Se trata de un ciudadano británico de origen paquistaní, vinculado con los seguidores de la red de Al Qaeda en Estados Unidos, y de unos treinta y tantos años, que llegó por vía marítima al Reino Unido el mes pasado y dejó supuestamente este país un día antes del 7-J, según The Times. El presunto cerebro de los atentados visitó a los terroristas en Leeds y se teme que haya podido reclutar a un segundo equipo para llevar a cabo nuevos atentados. La investigación apunta que hay al menos un sexto individuo que podría estar también implicado, Magdi El-Nashar. Este químico egipcio de 33 años, que dio clases en la Universidad de Leeds, podría haber puesto a disposición de la banda el piso que tiene en el barrio de Burley. Desapareció de su domicilio algunos días antes de los atentados tras explicarles a sus vecinos que tenía problemas con el visado, sin que se conozca su paradero actual, ni su papel en las acciones terroristas. Según informa EL MUNDO, un clérigo sobre el que pesa la sospecha de haber instruido a terroristas implicados en atentados fuera del Reino Unido, Omar Bakri Mohamed se dio anoche a la fuga.
LOS AUTORES MATERIALES
El director de la Policía Metropolitana, Ian Blair, ha confirmado por primera vez de forma oficial que los atentados de Londres fueron obra de 'kamikazes'. Esta constatación convierte al 7-J como el primer ataque suicida llevado a cabo por terroristas en suelo europeo. Los responsables directos de la matanza del 7-J tienen nombre y apellidos: Mohammed Sidique Khan, de 30 años, Hasib Hussain, de 18, Shehzad Tanweer, de 22, y Lindsey Germail, cuya edad no se ha revelado. Todos británicos de origen paquistaní, -excepto el último, que era jamaicano- son los supuestos autores materiales de la masacre. Los cuatro vivían en el condado de West Yorkshire. En las cámaras de la estación de Luton aparece un quinto hombre cerca de los cuatro 'kamikazes' y se investiga si pertenecía a la célula suicida. Este hombre podría estar fugado en la zona de Londres.
EL SUPUESTO CEREBRO
Los investigadores sospechan que detrás de los cuatro supuestos autores materiales de la masacre del 7-J hay un 'cerebro' que continúa vivo. Dada la juventud de los autores de los ataques, de edades comprendidas entre los 19 y 30 años, la policía considera que otra persona pudo coordinarles y darles instrucciones sobre cómo tenían que colocar las bombas. Los investigadores creen haber identificado al cerebro de la operación. Se trata de un ciudadano británico de origen paquistaní, vinculado con los seguidores de la red de Al Qaeda en Estados Unidos, y de unos treinta y tantos años, que llegó por vía marítima al Reino Unido el mes pasado y dejó supuestamente este país un día antes del 7-J, según The Times. El presunto cerebro de los atentados visitó a los terroristas en Leeds y se teme que haya podido reclutar a un segundo equipo para llevar a cabo nuevos atentados. La investigación apunta que hay al menos un sexto individuo que podría estar también implicado, Magdi El-Nashar. Este químico egipcio de 33 años, que dio clases en la Universidad de Leeds, podría haber puesto a disposición de la banda el piso que tiene en el barrio de Burley. Desapareció de su domicilio algunos días antes de los atentados tras explicarles a sus vecinos que tenía problemas con el visado, sin que se conozca su paradero actual, ni su papel en las acciones terroristas. Según informa EL MUNDO, un clérigo sobre el que pesa la sospecha de haber instruido a terroristas implicados en atentados fuera del Reino Unido, Omar Bakri Mohamed se dio anoche a la fuga.
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