domingo, julio 17, 2005

El futuro imperfecto de las reservas petroleras mundiales

Los precios del petróleo bajaron esta semana después de haber llegado a alturas de más de 60 dólares el barril, por la percepción de que las reservas estaban transitoriamente más altas. Las cotizaciones del crudo se mostraron muy fluctuantes a lo largo de las dos últimas semanas.Pero la pregunta acuciante tiene que ver más con el largo plazo. Se refiere a la caída ineluctable de las reservas petroleras, que en el futuro influirá en la suba de los precios. Por cierto, estamos lejos de la escasez. Con 85 millones de barriles por día, nunca el mundo bombeó tanto oro negro. Al ritmo actual, se producirán 121 millones de barriles en el 2030, de los cuales "la mayor parte provendrá de capacidades que habrá que establecer", estima la Agencia internacional de la energía (AIE).El tradicional optimismo de la AIE, que defiende los intereses de los países consumidores de la OCDE, comienza, sin embargo, a mermar, como lo demuestran sus invocaciones a un ahorro energético. Los responsables de las grandes empresas petroleras comparten esa inquietud. "En el sistema petrolero mundial, prácticamente no hay capacidad de reserva. Eso significa que el sistema en su conjunto no está a salvo de una conmoción, por el momento" previno recientemente el CEO de Shell, Jeroen van der Veer, pidiendo que se exploren nuevos yacimientos. Un siglo y medio tras la extracción del primer barril estadounidense (1859), la pregunta no es "si" sino "cuando" acontecerá el "momento pico", cuando la mitad de las reservas comprobadas ya se haya consumido y en el que se producirá un declive.En Total, se calcula que eso sucederá hacia el 2025, mientras que la AIE lo alarga a después del 2030. "A partir del 2006", pronostica el geólogo Colin Campbell, ex ejecutivo de BP; más bien en el 2015, corrige su colega Jean Laherrère, ex de Total. Todo dependerá del ritmo del consumo y de la rapidez con la que las nuevas reservas vayan a explotarse. La estimación del fenómeno es más difícil en la medida en que los países productores no han dejado de subir los valores. El último ejemplo: Arabia Saudita, que anunció que disponía de 200.000 millones de barriles más que sus 270.000 millones de reservas oficiales.Esos anuncios no tienen "relación con los escasos descubrimientos realizados", estima Jean-Luc Wingert, autor de La vida después del petróleo . Recuerda que los diez mayores yacimientos mundiales fueron descubiertos entre 1927 (Kirkouk, en Irak) y 1976 (Cantarell, México). Si bien nadie cree en un nuevo El Dorado surgido de Medio Oriente, los países productores, las empresas y los economistas, son, en general, más optimistas que los geólogos de la ASPO."Por prudencia, jamás se anuncian reservas óptimas luego de un descubrimiento" explica Yves Mathieu, líder del proyecto del Instituto francés del petróleo (IFP). De hecho, se produce de 20% a 40% más que lo anunciado inicialmente. Es lo que ocurre, por ejemplo, en Kazakhstan, donde el potencial del yacimiento de Kashagan fue reevaluado, de 7.000 millones en 13.000 millones de barriles. Hace años, Exxon Mobil, Shell, BP o Total se preocupan por renovar sus reservas. Esas grandes empresas no dejan de mejorar el índice de recuperación del oro negro: del 35% de un yacimiento, en promedio, podría pasar a 50% en quince años, según el IFP. Los expertos de la ASPO ¿no subestiman la importancia de los progresos técnicos, que permitirán demorar el "momento pico"? "El conocimiento del subsuelo y las perforaciones han hecho enormes avances", señala Jacqueline Lecourtier, directora científica del IFP. A esto se agrega la optimización de la producción, que permite seguir en tiempo real el frente de los hidrocarburos. A los 10.000 millones de barriles comprobados podrían sumarse otros tantos por descubrir, según numerosas fuentes.Los propios geólogos de la ASPO ¿no subestiman un poco el potencial de los nuevos recursos hasta ahora considerados inexplotables o poco rentables, pero que lo serán con un barril que cueste 60 dólares: crudos extra pesados, perforaciones offshore ultra profundas, yacimientos terrestres de gran profundidad?Sólo los crudos extra pesados equivaldrían a 40.000 millones de barriles. Ventaja de todos esos yacimientos no convencionales: se sitúan, en su mayoría, en países fuera de Medio Oriente. Esa segunda vida del petróleo implicará grandes inversiones, que la AIE calculó en "105.000 millones de dólares por año, de los cuales 70% vienen de la exploración-producción, de aquí al 2030". Los más optimistas aseguran que un precio sostenidamente alto del petróleo hará rentables esas inversiones, impulsará el desarrollo de recursos alternativos e implicará, finalmente, un declive progresivo de la producción.

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