En el diario El Correo de España MANUEL ALCÁNTARA escribió este artículo que recomiendo su lectura:
Los terroristas saben que no pueden matar a todo el mundo, pero sí amedrentar a todo bicho viviente. Lo están consiguiendo. Nos han metido el miedo en el cuerpo y eso es demasiado para el cuerpo, incluso para el cuerpo de seguridad del Estado. Scotland Yard cree que un posible fallo en los explosivos ha evitado otra matanza en Londres idéntica a la del 7-J, sólo catorce días después. ¿Eran asesinos 'amateurs'? Los kamikazes musulmanes estudian a fondo su asignatura, ya que saben que no podrán repetir curso. Un buen suicida islamista es de usar y tirar. Sirve para una sola vez.Si lo que pretendían en esta ocasión no era matar, sino demostrar que pueden hacerlo cuando Alá lo crea oportuno, hay que reconocer que han logrado su propósito. De momento, ningún londinense está seguro, pese a la máxima alerta de seguridad. Al menor ruido, aunque sea el que produce el reventón del globo de un niño, los más flemáticos viandantes echan sus cuerpos a tierra. Está muy cercana la matanza y el pánico ha cundido y con él, en la misma proporción, el recelo. Se ven sospechosos por todas partes y si son morenos más. Incluso hay jorobados que temen que les detengan, acusándoles de llevar a sus espaldas una mochila con explosivos. Tendrán que desnudarse para demostrar su inocencia.Que nadie se llame a engaño, ya que lo que está llamando a su puerta es el miedo, que si bien se mira, aunque perturbe el ánimo, es lo que más vidas salva. Tanto se ha propagado que Estados Unidos estudia hacer registros -al azar, ya que no es posible cachear a todos- en los metros de Washington y Nueva York. También se piensa bloquear la telefonía móvil en los túneles. La verdad es que Occidente está bastante bloqueado y hay que buscarle la salida al túnel donde nos metieron los nuevos cruzados.
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