“Irak: Golpe a la popularidad de Bush”

La violencia no cesa en Irak, ayer 25 personas murieron en un doble atentado en Bagdad. Hoy fue secuestrado el Embajdor de Egipto. A un año del traspaso del poder a los iraquíes, ¿cuál es el escenario que se presenta para Irak y para el Bush? Es la pregunta para para relializar un análisis de la siuación. La violenta acción de la insurgencia en Irak, y las operaciones terroristas del grupo Al Qaeda para la guerra santa, provocan dos efectos: impiden el avance en la reconstrucción del país, y están afectando la popularidad del Presidente George W. Bush. Las encuestas reflejan que la aceptación de su acción política va en una franca erosión, y se encuentra en los niveles más bajos de su gestión. El más reciente recuento de tropas muertas en Irak, publicado por el Pentágono, es de 1.725, con 13.074 heridos desde marzo del 2003. Aquí no están reflejados las víctimas iraquíes, porque no hay una contabilidad del número de civiles que han perdido la vida -en blogs se indican que superan los 100.000-, y los miembros del naciente ejército y fuerzas policiales, constantes objetivos de ataque por parte de las milicias, que se oponen a la presencia de los efectivos militares de la coalición y golpean diariamente para evitar que se consoliden una nuevas organizaciones militares en Irak. La apuesta de los milicianos, donde están los seguidores del depuesto líder Sadam Hussein, es buscar tres cosas: bajar la moral de las fuerzas desplegadas por los EE.UU. Evitar la reconstrucción institucional del país, y el más terrible escenario, crear todas las condiciones para una guerra civil, donde los chiítas, también objetivos de sus ataques se vean obligados a una reacción armada contra los sunitas. Es decir, todo apunta a que la violencia no se detenga y siga su perverso curso que hasta el momento ha demostrado. Cada día hay más ataques con explosivos de alto impacto. Atentados selectivos y una industria del secuestro creciente que alimenta las arcas de los milicianos y de bandas de criminales que sacan partido a la situación, hoy se secuestro al Embajador de Egipto, en una demostración de la diversidad de objetivos -este es claramente uno político- . En tanto, los avances de las autoridades de Irak, ha sido muy lento. La Asamblea Nacional, encargada de redactar una nueva constitución avanza muy lentamente, y no logra transmitir una línea de confianza. Mientras los grupos de milicianos con sus bombas letales muestran su poderío y que están con la con el control de la dramática situación. Por eso, y al no observarse la pacificación de Irak, ya la imagen de Bush esta sintiendo el golpe de la guerra. Los costos de vidas y el económico ya cercano a los 250 mil millones de dólares están volviéndose en un disgusto en los EE.UU. Un sondeo del New York Times y CBS News mostró que el nivel de aceptación de la gestión de Bush es de 42%- A esta misma altura de sus gestiones Bill Clinton tenía un 60% y Ronald Reagan un 59% a favor. En términos comparativos la conclusión es sencilla: los efectos de la post guerra en Irak, están llegando a la Casa Blanca y directamente a la imagen del gobernante.