sábado, julio 02, 2005

La jugada de Schröder

Por cuarta vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial, un canciller alemán ha instado al Bundestag a votar una moción sobre su mandato para provocar unas elecciones anticipadas. Tras conocer la severa derrota que la oposición conservadora había infligido a su Partido Socialdemócrata en Renania del Norte-Westfalia, Gerhard Schröder, al igual que hicieron Willy Brandt, Helmut Schmidt y Helmut Kohl, decidió acogerse a esta fórmula para sortear las limitaciones constitucionales. Una vez 'perdida' la moción, será el presidente de Alemania, Horst Köhler, quien deba decidir y, salvo que se produzca un veto desde el Tribunal de Karlsruhe, habrá elecciones legislativas con toda probabilidad en septiembre. Schröder ha argumentado que precisa de la legitimación de las urnas para seguir adelante con su impopular programa de reformas, puesto que no cuenta con la cohesión de sus filas y además se encuentra en situación de permanente bloqueo parlamentario. Este escenario, un verdadero homenaje al imperativo constitucional y al escrúpulo legal, no aclara, sin embargo, qué pretende en el fondo Schröder, quien, tras siete años de Gobierno federal y con todas las encuestas en contra, parece decidido a ir antes de plazo al encuentro de lo que se da por seguro como fracaso frente al centro-derecha del CDU-CSU-Liberales. Todo indica que su decisión tiene que ver más con la situación que atraviesa el Partido Socialdemócrata que con la imposibilidad de sacar a Alemania de la atonía económica que vive. El viejo SPD se halla en plena crisis: su ala izquierda ya está quebrada, algunos de sus viejos representantes han creado incluso un partido con los antiguos comunistas del Este y el modelo social alemán hace aguas. La lógica de los fracasos consecutivos cosechados por el partido de Schröder en las últimas elecciones regionales aconsejaría abordar la situación con un congreso extraordinario y la renovación eventual del liderazgo, no por la vía indirecta de unos comicios adelantados que, salvo sorpresa, le llevará a la oposición. Sólo el hastío del canciller, muy cansado de batallar en demasiados frentes -especialmente el de su propio partido- explicaría esta huida hacia delante.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA