"Se ha perdido toda una generación en las zonas más afectadas. La mayoría de las víctimas son niños". Con esta dramática frase ha resumido hoy el general Shaukat, portavoz de las fuerzas armadas paquistaníes la situación en la frontera con la India, la zona más afectada por el violento terremoto del sábado y que ha dejado ya entre 30.000 y 40.000 muertos. “Los servicios de rescate sacan cadáveres de niños de entre los escombros en Muzaffarabad [capital de la zona de Cachemira administrada por Pakistán], peo no hay nadie para reclamar los cuerpos porque sus parientes también han muerto”, ha explicado Shaukat. Según su relato la ciudad de Rawalakot, 50 kilómetros al sureste de Muzaffarabad, ha quedado totalmente destruida. La tragedia se ha extendido a ambos lados de la frontera. Según fuentes del Gobierno de Nueva Delhi citadas por la agencia Reuters el terremoto ha causado al menos 2.000 muertos en India. La misma fuente ha reconocido que se desconoce la suerte de 10.000 personas que viven en las zonas montañosas, las más afectadas por el seísmo, y con las que se ha perdido el contacto desde hace dos días.
Zonas inaccesibles
El alto porcentaje de víctimas entre los menores se explica porque la hora a la que la tierra tembló, las 8.50 en la zona, cinco horas menos en España, la mayoría de ellos se encontraban en las escuelas, muchas de las cuales resultaron destruidas por el terremoto, de 7,7 en la escala de Ritcher. En el dramático balance hay que incluir además unas cuatro millones de personas que han quedado sin hogar. La búsqueda de supervivientes continúa en las zonas afectadas pero la dificultad de acceso al área devastada reduce las esperanzas. El terremoto ha provocado además aludes de tierra que han bloqueado las carreteras y se teme que hasta dentro de varias semanas no se podrá evaluar la magnitud de la catástrofe porque muchas localidades que tenían miles de habitantes siguen siendo inaccesibles por falta de comunicación. La comunidad internacional se ha movilizado ya para enviar ayuda a Asia. Ayer el presidente del país, Prevés Musharraf, pidió auxilio al mundo entero, en especial medicinas, tiendas de campaña y helicópteros para acceder a las zonas más remotas. El responsable de emergencias internacionales de Cruz Roja Española, Iñigo Vilar, ha hecho un llamamiento a la solidaridad de la sociedad española con las ya que deben conseguir "siete millones de euros para ayudar acerca de treinta mil familias paquistaníes durante los próximos tres meses".
Zonas inaccesibles
El alto porcentaje de víctimas entre los menores se explica porque la hora a la que la tierra tembló, las 8.50 en la zona, cinco horas menos en España, la mayoría de ellos se encontraban en las escuelas, muchas de las cuales resultaron destruidas por el terremoto, de 7,7 en la escala de Ritcher. En el dramático balance hay que incluir además unas cuatro millones de personas que han quedado sin hogar. La búsqueda de supervivientes continúa en las zonas afectadas pero la dificultad de acceso al área devastada reduce las esperanzas. El terremoto ha provocado además aludes de tierra que han bloqueado las carreteras y se teme que hasta dentro de varias semanas no se podrá evaluar la magnitud de la catástrofe porque muchas localidades que tenían miles de habitantes siguen siendo inaccesibles por falta de comunicación. La comunidad internacional se ha movilizado ya para enviar ayuda a Asia. Ayer el presidente del país, Prevés Musharraf, pidió auxilio al mundo entero, en especial medicinas, tiendas de campaña y helicópteros para acceder a las zonas más remotas. El responsable de emergencias internacionales de Cruz Roja Española, Iñigo Vilar, ha hecho un llamamiento a la solidaridad de la sociedad española con las ya que deben conseguir "siete millones de euros para ayudar acerca de treinta mil familias paquistaníes durante los próximos tres meses".
Fuente: Diario El País de España
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