CRATER. LOS ALUDES CAVARON UN GRAN POZO EN PANAJACHEL, GUATEMALA. (Foto: AP)
Las lluvias torrenciales y las inundaciones provocadas por el huracán Stan ya dejaron más de 2.000 muertos en América Central y México, al declararse ayer fallecidos a los 1.400 desaparecidos del pueblo Panabaj, en Guatemala, sepultado por el lodo. En el estado mexicano de Chiapas, un río de barro dejó sumergido al poblado de Belisario Domínguez, informaron fuentes oficiales."Se ha terminado definitivamente la búsqueda. Los 1.400 desaparecidos de Panabaj son considerados como muertos", anunció ayer Mario Cruz, portavoz de los Bomberos Voluntarios de la zona de Santiago Atitlán, 180 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca.Los poblados vecinos de Panabaj y Tzanchaj fueron sepultados por toneladas de lodo la madrugada del miércoles pasado, cuando un alud bajó del volcán San Lucas y arrasó todo a su paso.En la capital, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres ubicó por la mañana el número de muertos en 652, sin tomar en cuenta los 1.400 desaparecidos de Santiago Atitlán.El procurador de los Derechos Humanos, Sergio Morales, advirtió que podrían generarse epidemias en las zonas inundadas, y que se prevé una hambruna por los destrozos en los cultivos.En el pueblo de San Marcos La Laguna, al borde del lago Atitlán, el río desbordado baña las escaleras de la plaza central y las puertas de la iglesia, además de inundar las calles adyacentes y cubrirlas de piedras y barro.Las lluvias también han causado estragos en otros países de Centroamérica: en El Salvador se contabilizan más de 70 muertos, en Nicaragua 11 y en Honduras siete muertos y un desaparecido.En México el ciclón Stan dejó 42 muertos, 29 de ellos en Chiapas, según confirmó a la agencia AFP Leonardo Muñoz, subdirector de Protección Civil del estado.En el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala, un pueblo entero fue prácticamente sepultado por el lodo, según las primeras imágenes divulgadas ayer. La comunidad de Belisario Domínguez, a unos 25 km de la ciudad de Huixtla, cerca de la costa del Pacífico, presentaba un aspecto desolador, con un tremendo torrente que seguía arrastrando árboles y deshaciendo lentamente casas ya abandonadas, según las imágenes de Televisa.En Guatemala, las lluvias que comenzaron la semana pasada tendían a disminuir, mientras helicópteros del Ejército y de Estados Unidos trataban de llevar ayuda a decenas de aldeas en el interior del país que quedaron aisladas tras las inundaciones.Debido a la destrucción total o parcial de sus hogares, más de 107.000 personas están albergadas en refugios temporales, en donde prácticamente dependen por completo de la ayuda que reciben de las autoridades, aunque aún hay comunidades a las que ni la asistencia pudo llegar.
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