Brasil crecerá menos de lo previsto en el 2005 y en el 2006

El Instituto de Pesquisas Económicas Aplicadas (IPEA) redujo hoy desde el 3,5 por ciento hasta el 2,3 por ciento su previsión del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil en el 2005, y bajó el de 2006 desde el cuatro por ciento al 3,4 por ciento. El organismo oficial confirmó así una creciente percepción negativa sobre la economía, reforzada también hoy por el principal gremio empresarial del sector privado, la Confederación Nacional de la Industria (CNI). Un informe trimestral del IPEA, un organismo del Ministerio de Planificación, atribuyó el enfriamiento a un descenso en las intenciones de inversión de los agentes económicos debido a factores políticos. El indicador de inversiones en maquinarias y equipos "sufrió una drástica revisión hacia abajo, debido a la paralización de inversiones como resultado de la crisis política", según el informe. "Tuvimos a partir de la segunda quincena de junio un cuadro de enorme incertidumbre, con una serie de escándalos, se habló de destitución del presidente y eso no es favorable a las decisiones de inversión", dijo a periodistas el director del IPEA, Paulo Levy. El IPEA rebajó su previsión de crecimiento de las inversiones en el 2005 al 0,9 por ciento, contra el 5,3 por ciento previsto hasta septiembre pasado. También redujo su previsión de consumo de las familias desde el 3,4 por ciento hasta 2,8 por ciento. A comienzos de este año el Gobierno apostaba a un crecimiento del PIB del 3,4 por ciento en 2005, contra el 4,9 por ciento en el 2004, que a su vez significó la mayor tasa en una década. El comportamiento "frustrante" del PIB en el tercer trimestre y la apreciación de la tasa de cambio real refuerzan la necesidad deque el país "mantenga una trayectoria a la baja en la tasa de interés a lo largo de 2006", según el informe comentado por Levy. Empresarios y economistas atribuyen el enfriamiento de la economía a las tasas de interés, las más elevadas del mundo en términos reales y nominales, en torno al 150 por ciento anual para créditos al consumo.Los tipos "estratosféricos" son la principal arma oficial y del Banco Central para mantener la tasas de inflación en torno a la meta del 5,1 por ciento anual. Sin embargo, en su informe el IPEA elevó desde 5,3 por ciento hasta 5,7 por ciento su cálculo de inflación para el 2005, mientras que mantuvo en 4,8 por ciento el del 2006. La crisis fue desatada por denuncias de corrupción que salpicaron al oficialista Partido de los Trabajadores (PT), cuyos directivos y estrechos colaboradores del presidente Luiz Inácio Lula da Silva renunciaron o fueron destituidos. Mientras, el Congreso prácticamente paralizó sus actividades para dedicarse a investigar las denuncias, en lo que se considera un aperitivo de la campaña para las elecciones presidenciales y legislativas del uno de octubre del próximo año. Por su parte el CNI advirtió de que la apreciación del real frente al dólar, cercana al 20 por ciento este año, también resta competitividad a las empresas brasileñas. El principal gremio privado del país redujo desde 3,5 por ciento hasta 2,5 por ciento su propia previsión del PIB en 2005, en línea con la caída del 1,2 por ciento en el tercer trimestre del año comparado con el segundo, según indicó la semana pasada el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE). El enfriamiento de la industria se reflejó en un retroceso del 3,61 por ciento en las ventas del sector entre julio y octubre pasados. Una encuesta semanal del Banco Central entre un centenar de instituciones financieras constató que el mercado también redujo sus expectativas sobre el crecimiento del PIB, en este caso desde el tres por ciento por ciento hasta 2,66 por ciento. En Brasilia, el presidente del Banco Central, Henrique Mierelles, afirmó hoy que no es "insensible a lo que ocurre en el nivel de actividad económica" y admitió que "el combate a la inflación ha exigido sacrificios mayores de lo previsto". En noviembre la tasa mínima referencial fue recortada desde el 19 por ciento por ciento hasta el 18,5 por ciento, un ajuste "insuficiente" según los empresarios.