La policía china ha acordonado Dongzhou, un pueblo pesquero de la provincia sureña de Cantón, tras una serie de violentos enfrentamientos que dejaron 20 personas muertas y otras 50 desaparecidas, según testigos. Es la primera vez que se abre fuego contra manifestantes en el país desde la matanza de Tiananmen, en 1989. Los hechos ocurrieron el martes por la tarde, después de que los antidisturbios fueran movilizados a Dongzhou para sofocar una protesta. En ella, más de un millar de ciudadanos reclamaban compensaciones a cambio de los terrenos perdidos por la construcción de una central de energía eólica. "Desde las siete de la tarde, la policía comenzó a lanzar gases lacrimógenos, pero esto no amedrentó a la gente", indicó Li, un testigo citado por The New York Times que asegura haber perdido a un conocido en los enfrentamientos. "Después oímos más de 10 explosiones y pensamos que eran simplemente detonadores, por lo que nadie se asustó", añadió. "A las ocho empezaron a disparar balas al suelo, sin apuntar a nadie. Por último, alrededor de las 22.00, comenzaron a matar personas". Los manifestantes exigían la liberación de los tres líderes del movimiento popular, que habían sido encarcelados ese mismo día, cuando la policía abrió fuego sin que se conozca el motivo. El balance oficial de víctimas aún se desconoce, pero varios residentes y grupos de derechos humanos hablan de entre 20 y 30 fallecidos. Además, según varios vecinos citados por el diario South China Morning Post aseguran que algunos familiares de las víctimas han escondido los cadáveres para evitar que las autoridades intenten ocultarlos. Si se confirman estas cifras, sería la mayor represión por parte de las autoridades desde la matanza en la plaza de Tiananmen. Entre el 3 y 4 de junio de 1989, tras seis semanas de manifestaciones por la democracia, cientos —probablemente miles— de personas fueron asesinadas, heridas y encarceladas, según disidentes y observadores. Desde entonces, Pekín no ha hecho un recuento oficial de las víctimas.
El pueblo, cercado
Centenares de policías han acordonado desde el pueblo desde los enfrentamientos. Según el mencionado periódico, los agentes —con escudos aunque aparentemente desarmados— controlan las entradas a la localidad y patrullan las calles en busca de los supuestos responsables de los disturbios. Este jueves, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Qin Gang, declaró que el Gobierno no sabía exactamente qué había pasado y subrayó que está investigando los sucesos. Por su parte, el subdirector del Departamento de Propaganda de Shanwei, Liu Jingmao, aseguró este viernes que el gobierno municipal haría un informe público de lo sucedido.
Silencio mediático
Los medios de la parte continental han silenciado la noticia y sólo la prensa de Hong Kong y extranjera se ha hecho eco de ellos. El Partido Comunista chino tiene el monopolio de la fuerza y no tolera disensiones, pero las protestas son cada vez más comunes y habitualmente están provocadas por disputas relacionadas con el derecho a las tierras, la corrupción y la creciente brecha entre ricos y pobres. Hace pocos meses se registró otro suceso de estas características en Taishi, también en la provincia de Cantón, cuando las autoridades acallaron con violencia una manifestación de miles de personas en la calle. Para Amnistía Internacional, "el incremento en el número de estas disputas y el uso de la fuerza para resolverlas sugieren la urgente necesidad de que las autoridades chinas se centren en desarrollar canales efectivos para la resolución de estas disputas".
El pueblo, cercado
Centenares de policías han acordonado desde el pueblo desde los enfrentamientos. Según el mencionado periódico, los agentes —con escudos aunque aparentemente desarmados— controlan las entradas a la localidad y patrullan las calles en busca de los supuestos responsables de los disturbios. Este jueves, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Qin Gang, declaró que el Gobierno no sabía exactamente qué había pasado y subrayó que está investigando los sucesos. Por su parte, el subdirector del Departamento de Propaganda de Shanwei, Liu Jingmao, aseguró este viernes que el gobierno municipal haría un informe público de lo sucedido.
Silencio mediático
Los medios de la parte continental han silenciado la noticia y sólo la prensa de Hong Kong y extranjera se ha hecho eco de ellos. El Partido Comunista chino tiene el monopolio de la fuerza y no tolera disensiones, pero las protestas son cada vez más comunes y habitualmente están provocadas por disputas relacionadas con el derecho a las tierras, la corrupción y la creciente brecha entre ricos y pobres. Hace pocos meses se registró otro suceso de estas características en Taishi, también en la provincia de Cantón, cuando las autoridades acallaron con violencia una manifestación de miles de personas en la calle. Para Amnistía Internacional, "el incremento en el número de estas disputas y el uso de la fuerza para resolverlas sugieren la urgente necesidad de que las autoridades chinas se centren en desarrollar canales efectivos para la resolución de estas disputas".
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