Después de su exitosa visita a Cuba, el presidente electo, Evo Morales, emprenderá este miércoles una gira relámpago por tres continentes, además del vecino Brasil, en escasos 10 días. De acuerdo con anuncios efectuados por su portavoz, en Europa visitará España, Francia, Holanda y Bélgica. De allí se dirigirá a Sudáfrica, luego saltará a China y, finalmente, estará en Brasil. Además de que a último minuto se conoció que a invitación del presidente Hugo Chávez, viajará, también, a Venezuela. No cabe duda que, como dijo Fidel Castro, la contundente victoria electoral de Morales ha “conmovido al mundo” por dos razones esenciales. Por ser, dijo, el primer indígena que asumirá la presidencia de un país y por la impresionante mayoría absoluta que logró en las urnas. Esto convirtió al líder boliviano en una figura llamativa en la esfera internacional, lo que le permite moverse por el mundo con gran soltura. El Presidente electo explicó en La Habana, en una conferencia de prensa junto a Castro, que en sus viajes a Europa y China “buscará soluciones para los problemas económicos y sociales de Bolivia”. Ello querría decir que se propone concertar acuerdos de cooperación que pueden ser muy útiles para su gestión de gobierno. La verdad es que Bolivia en todos estos años ha recurrido a la asistencia externa para sustentar gastos fiscales y la inversión pública. Morales seguramente espera acrecentar esa ayuda para tener mayor capacidad de realizaciones en su gobierno, a fin de cumplir las ofertas de su programa electoral. Cabe recordar que España, Holanda y Bélgica son los países europeos, junto con Alemania, Dinamarca y Suiza, que más cooperación prestan al país. Francia lo hizo en menor medida, de manera que con el viaje del Presidente electo puede que se incremente su asistencia. En todo caso, el encuentro que sostenga Morales con el presidente Rodríguez Zapatero, de España, abarcará aspectos que irán más allá de la cooperación. Éstos serán los relacionados con la presencia en Bolivia de la empresa petrolera hispano-argentina Repsol, en circunstancias en que se hacen reiterados anuncios sobre la “nacionalización” de sus bienes. Otro asunto que sería abordado en Madrid será el trato hostil que se da a los inmigrantes bolivianos. La visita a China tendrá particular interés, pues este país, que acaba de constituirse en la cuarta potencia económica del mundo, estaría en condiciones de dar un mayor aporte al desarrollo nacional. Recientemente, el canciller, Armando Loaiza, firmó en Beijing acuerdos para incrementar el comercio bilateral. El punto culminante de la gira será, sin embargo, Brasil. El tema central será la exportación de gas natural y el reajuste de precios que se propone conseguir el gobierno de Evo Morales. También tendrá que incidirse en las garantías con las que el nuevo gobierno rodeará a las operaciones de Petrobras y, adicionalmente, a sus inversiones. Hace poco, esta empresa anunció que tiene planes para invertir sólo 40 millones de dólares por año, después de que tenía previsto invertir 3.000 millones de dólares, tanto en hidrocarburos como en la instalación de una termoeléctrica y una planta petroquímica en Puerto Suárez.
Editorial del diario La Razón de Bolivia.
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