
La respuesta de Irán al pedido de EE.UU. a la ONU para apurar sanciones sin límites contra su país no se hizo esperar. Ayer el secretario del Consejo de Guardianes, órgano clave en el esquema de poder iraní, advirtió que EE.UU. y cualquier otro país que decida atacar a Irán para detener sus planes nucleares sufrirá consecuencias severas, pues esa nación "no es Irak ni Afganistán". El ayatollah Ahmad Jannati dijo en su plegaria de los viernes que un ataque a su país llevará a los agresores "amargura y dolor", y exhortó a los países árabes a negar toda colaboración con Occidente si hay acciones militares. A esto se sumó el presidente Mahmud Ahmadinejad, quien reiteró su rechazo de suspender el proceso de enriquecimiento de uranio en el marco del programa nuclear iraní. El jueves Condoleezza Rice, secretaria de Estado de Estados Unidos, reclamó al Consejo de Seguridad de la ONU una resolución del litigio que contemple acciones militares, lo cual, según una encuesta, 48% de los ciudadanos estadounidenses apoya. Washington estaría perdiendo la paciencia en su disputa con Teherán, pues mientras éste asegura que su plan atiende al desarrollo nacional y a fines pacíficos, la administración de George Bush teme que sea para usos militares. Por primera vez, la jefa de la diplomacia norteamericana amenazó con acciones directas. Si fuera por voluntad del gobierno de Bush, el Consejo declararía a Irán como amenaza mundial. Y según la Carta de la ONU podría aumentarse gradualmente la presión. Como en el caso anterior de Libia, podría haber limitaciones al transporte aéreo o suspensión parcial de las relaciones económicas o una prohibición de viaje general para determinados funcionarios. Y en última instancia, si las medidas pacíficas no funcionan, el Consejo de Seguridad puede decidir una acción militar. A esa posibilidad respondió ayer Jannati, líder del Consejo de Guardianes. "Irán no es Irak ni Afganistán", sostuvo en referencia a los dos países que EE.UU. y sus aliados invadieron y atacaron militarmente en 2001 y 2003. Por su parte, Ahmadinejad volvió a rechazar la exigencia de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) de suspender los procedimientos de enriquecimiento de uranio. "Este es un derecho legítimo e irrevocable de la nación iraní". Y agregó que Irán ya se unió al club de países nucleares, "sin vuelta atrás".A esto se sumó el guía supremo iraní, el ayatollah Ali Jamenei, quien advirtió que EE.UU. tiene planes de "complot", incluso contra Siria y Líbano, con el objetivo de lograr un "dominio" pleno en Oriente Medio. Lo dijo en una conferencia internacional sobre Palestina organizada en Teherán, con participación de representantes de Hamas, que gobierna en los territorios palestinos. En ese clima de tensión se da la disputa en torno al programa atómico iraní. Rice consideró en la ONU un "desafío" el hecho de que Irán haya logrado completar el ciclo de enriquecimiento de uranio en su planta de Natanz a 3,5%, aunque ese porcentaje esté lejos del necesario para armar armas nucleares.El 29 de marzo último, el Consejo de Seguridad dio 30 días para que Irán resigne sus planes de enriquecimiento de uranio en todos sus niveles, sean a escalas pequeñas o industriales. La próxima reunión del Consejo —que junto a EE.UU. lo integran Rusia, China, Francia y Gran Bretaña, y para este caso, también Alemania— está prevista el 28 y 29 abril. Allí los cinco países con derecho a veto más Alemania escucharán el informe del director de la AIEA, el egipcio Mohammed El Baradei. Ayer, la Cancillería de China insistió en que el litigio por programas nucleares debe ser resuelto por la vía diplomática. El próximo miércoles, el presidente Hu Jintao hará una histórica a Washington.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario