John Chambers. PRESIDENTE DE CISCO SYSTEMS, ha escrito este interesante artículo que bien vale la pena leer y que lo trae hoy el diario El Clarín de Buenos Aires:
Cuando Henry Ford giró el interruptor de la línea de montaje en 1913, es poco probable que quisiera cambiar el mundo. Su meta era construir autos de modo más rápido y a menor costo. Pero su invención no sólo redujo el tiempo para producir un automóvil de 728 minutos a 93: también aumentó la movilidad de los estadounidenses, dio origen a las autopistas, a los suburbios, y a una capacidad antes desconocida de estar en poco tiempo en muchos lugares.En la década de 1990, en la medida que las tecnologías de Internet empezaron a permitir transacciones instantáneas y desde cualquier lugar, esta economía basada en la producción pasó a una economía centrada en las transacciones. Y, una vez más, lo que empezó como una innovación técnica se convirtió en una revolución cultural y empresarial.En 1995, contar con una tienda online era una ventaja competitiva; muy parecido a lo que significaba contar con una línea de montaje en 1913. Sin embargo, ambas son relativamente replicables; así que los competidores rápidamente siguieron el mismo esquema, reduciendo las ventajas de los modelos basados en la producción y en las transacciones. El mercado está cambiando de nuevo: esta vez hacia una economía basada en las interacciones.
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