El mandatario reelecto, sin embargo, invitó a su antigua colectividad a dialogar para buscar consensos. Álvaro Uribe Vélez hizo historia una vez más. En los últimos 80 años –con excepción del Frente Nacional o cuando se trató de candidatos únicos– ningún otro ha recibido un respaldo tan amplio: obtuvo 62 por ciento de los votos. El mandatario consiguió la mayor votación en la historia: 7’363.297 votos (con el 99,82 por ciento de las mesas escrutadas), ganando en 30 de los 32 departamentos del país. Destronó a Andrés Patrana con sus 6’114.752 en 1998. Se convierte además en el primer presidente en ser reelegido de forma inmediata y por voto popular directo en la historia del país. A pesar de un leve aumento de la abstención en comparación con la del 2002 (54,89 vs 53,53 por ciento) es significativo que se haya mantenido, teniendo en cuenta que hay puente festivo. Uribe será el presidente que más haya concentrado poder en sus manos en mucho tiempo.
El hito de la izquierda
Pero esos no son los únicos resultados sin precedentes. Carlos Gaviria Díaz, candidato del Polo Democrático Alternativo, logró ayer la mayor votación de la izquierda en la historia: 2.608.914. Es decir que el Polo, al prácticamente doblar la votación del candidato del Partido Liberal, Horacio Serpa (1.400.582), se convirtió ayer en la segunda fuerza política del país. La más alta votación que había obtenido en presidenciales había sido la de Antonio Navarro en 1990 con 754.740 votos (12,48 por ciento). Y algunos también recuerdan los resultados de la Constituyente del 91 en los que entre el M-19 y la UP lograron casi el 30 por ciento de los votos.
Los grandes perdedores de la jornada fueron precisamente Horacio Serpa y su partido, el liberal, con el ex presidente César Gaviria como jefe único y el apoyo del ex presidente Alfonso López Michelsen, quien llegó a decir que al presidente Uribe había que llevarlo a segunda vuelta para derrotarlo. Se trata de la menor votación por un candidato oficial de ese partido en las últimas décadas. Esto significa que ayer se partió la historia política del país. El bipartidismo clásico, que ha gobernado al país en prácticamente toda su historia, quedó herido de muerte. Uribe, apoyado por una coalición de seis partidos, algunos de los cuales tienen apenas meses de fundados, por un lado; y por el otro, Carlos Gaviria, como candidato del Polo, un partido nacido de la unión de diversos sectores de izquierda, ocuparon el primer y segundo puesto de la elección. El liberalismo es ahora la tercera fuerza electoral y el conservatismo, que no presentó candidato, quedó reducido a ser solo parte de una coalición.
Los grandes perdedores de la jornada fueron precisamente Horacio Serpa y su partido, el liberal, con el ex presidente César Gaviria como jefe único y el apoyo del ex presidente Alfonso López Michelsen, quien llegó a decir que al presidente Uribe había que llevarlo a segunda vuelta para derrotarlo. Se trata de la menor votación por un candidato oficial de ese partido en las últimas décadas. Esto significa que ayer se partió la historia política del país. El bipartidismo clásico, que ha gobernado al país en prácticamente toda su historia, quedó herido de muerte. Uribe, apoyado por una coalición de seis partidos, algunos de los cuales tienen apenas meses de fundados, por un lado; y por el otro, Carlos Gaviria, como candidato del Polo, un partido nacido de la unión de diversos sectores de izquierda, ocuparon el primer y segundo puesto de la elección. El liberalismo es ahora la tercera fuerza electoral y el conservatismo, que no presentó candidato, quedó reducido a ser solo parte de una coalición.
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