Carlos Caetano Bledorn Verri, "Dunga", el nuevo director técnico de la selección nacional brasileña, dejó su impronta como jugador de garra y ambición en sus tiempos de internacional con la "canarinho". Hoy ese carácter parece ser determinante en su elección para dirigir un equipo de grandes estrellas mundiales que, contra todo pronóstico, fracasó en Alemania 2006 -Brasil fue eliminada en cuartos de final por Francia-, una cita de cuyos resultados todavía se buscan culpables. "Esta elección va a llenar las ansias de los hinchas que quieren un entrenador vibrante", dijo hoy sobre Dunga el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, al anunciar la sorpresiva designación de Dunga, un hombre que nunca ha dirigido profesionalmente un equipo desde el banquillo. Natural de Ijuí, estado de Río Grande do Sul, y coterráneo del triunfador Luiz Felipe Scolari, el nuevo entrenador parece dispuesto a exorcizar la desconfianza en torno a la selección nacional. A los 43 años (nació el 31 de octubre de 1963), ahora se propone levantar la moral de una pléyade de jugadores que han sido acusados de displicentes y poco comprometidos con el deseo de ganar. "Quiero traer para la selección brasileña la misma voluntad que tuve como jugador. Vibración, motivación y voluntad de vencer serán imprescindibles para vestir la camisa de la selección brasileña", dijo Dunga en su primera declaración oficial.
El capitán de la selección que conquistó el cuarto título mundial para Brasil, en Estados Unidos'94, disputó 166 partidos oficiales con la 'canarinho', marcó 11 goles y disputó tres veces la Copa del Mundo (1990, 1994 y 1998). Entre sus trofeos con el equipo nacional también hay dos Copas América (1989 y 1997), la Copa Stanley Rous (1987) y la Copa de las Confederaciones (1997). El título de la Copa del Mundo de 1994 "hizo justicia al capitán que fue símbolo de coraje, obstinación y buen fútbol", según la propia CBF. En el estadio Rose Bowl, de Pasadena (California), el 17 de julio de 1994 el entonces capitán Dunga lavó su alma, cuando marcó el último penalti de Brasil, que fue seguido de un error del italiano Roberto Baggio. Minutos después, al recibir como capitán la Copa, pudo borrar el fantasma de la prematura descalificación en Italia'90, cuando el combinado brasileño dirigido por Sebastiao Lazaroni cayó derrotado por 1-0 frente a Argentina en octavos de final. En 1994, su director técnico era Carlos Alberto Parreira, el hoy execrado técnico que ha sido chivo expiatorio de la ira de los 180 millones de brasileños tras el fiasco de Alemania. Ahora Dunga recoge un equipo que cayó en cuartos de final ante Francia por 1-0, con el agravante de haberlo hecho sin compromiso, "sin verg~enza" y despedirse por la puerta trasera sin apenas tocar el balón frente a un enemigo histórico, según la prensa brasileña.
El capitán de la selección que conquistó el cuarto título mundial para Brasil, en Estados Unidos'94, disputó 166 partidos oficiales con la 'canarinho', marcó 11 goles y disputó tres veces la Copa del Mundo (1990, 1994 y 1998). Entre sus trofeos con el equipo nacional también hay dos Copas América (1989 y 1997), la Copa Stanley Rous (1987) y la Copa de las Confederaciones (1997). El título de la Copa del Mundo de 1994 "hizo justicia al capitán que fue símbolo de coraje, obstinación y buen fútbol", según la propia CBF. En el estadio Rose Bowl, de Pasadena (California), el 17 de julio de 1994 el entonces capitán Dunga lavó su alma, cuando marcó el último penalti de Brasil, que fue seguido de un error del italiano Roberto Baggio. Minutos después, al recibir como capitán la Copa, pudo borrar el fantasma de la prematura descalificación en Italia'90, cuando el combinado brasileño dirigido por Sebastiao Lazaroni cayó derrotado por 1-0 frente a Argentina en octavos de final. En 1994, su director técnico era Carlos Alberto Parreira, el hoy execrado técnico que ha sido chivo expiatorio de la ira de los 180 millones de brasileños tras el fiasco de Alemania. Ahora Dunga recoge un equipo que cayó en cuartos de final ante Francia por 1-0, con el agravante de haberlo hecho sin compromiso, "sin verg~enza" y despedirse por la puerta trasera sin apenas tocar el balón frente a un enemigo histórico, según la prensa brasileña.
El centrocampista Dunga entró a la galería de estrellas del fútbol brasileño de la mano del Internacional de Porto Alegre, donde alineó de 1983 a 1984 y después en 1999, en el ocaso de la carrera. En Brasil también defendió los colores de los paulistas Corinthians (de 1984 a 1985) y Santos (1986), y del carioca Vasco da Gama (1987). Además de equipos de su país, Dunga probó suerte en Europa y Asia. Su experiencia en el Viejo Continente incluyó los italianos Pisa (de 1987 a 1988), Fiorentina (1992) y Pescara (de 1992 a 1993), y el alemán Stuttgart (de 1993 a 1995). Después se fue a Japón, al Jubilo Iwata, desde 1995 a 1998. Con este equipo logró la liga nipona en 1997.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario