La situación se da tras el ataque que dejó al menos 54 muertos, entre ellos una veintena de niños, sobre la aldea de Qana, en el sur de Líbano, según el último balance de las autoridades locales. Las víctimas estaban dentro de un edificio de tres plantas, ubicado en una de las colinas de la localidad, que según diversas fuentes se derrumbó durante el bombardeo. Sin embargo, la Fuerza Aérea israelí aseguró que entre el ataque y el colapso de la vivienda transcurrieron varias horas y deslizó la sospecha de que el derrumbe haya sido provocado por la explosión de un arsenal de Hezbollah.
"Atacamos y dañamos este edificio entre la medianoche y la una de la mañana (durante la noche del sábado al domingo), pero el anuncio sobre las víctimas civiles se hizo siete horas después (') No sabemos qué había en el edificio ni es seguro que lo sepamos un día. Es posible que el Hezbollah tuviera armas guardadas", sostuvo el general israelí Amir Eshel en conferencia de prensa. El lugar albergaba además un refugio donde se habían instalado varias familias que huían de otras localidades del sur del Líbano. Uno de los sobrevivientes dijo que había 63 personas en ese lugar cuando se produjo el bombardeo, aunque otras fuentes hablan de 100 personas.
La secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, de visita en la región, se manifestó "profundamente entristecida" por la pérdida de "vidas inocentes" y suspendió su visita a Beirut a causa de ese ataque. A raiz del ataque y a pedido del primer ministro libanés, Fuad Siniora, y el secretario general de la ONU, Kofi Annan, se realizó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad.
El grupo guerrillero Hezbollah prometió "castigar" a Israel por la "masacre". "Esta masacre bárbara, que supone un giro grave y peligroso en el curso de la guerra puede conducir a reacciones contra el mundo mudo y cómplice que debe asumir sus responsabilidades, porque esta horrible masacre, como otras, no permanecerá impune", afirmó el partido shiíta a través de un comunicado. El ataque contra Qana, que duró dos horas, se produjo en simultáneo con el bombardeo contra una decena de poblados de la región de Tiro, casi todos al sur de esa ciudad costera. Medios locales informaron que esos ataques dejaron por lo menos otros 11 heridos Mientras, más de 100 cohetes disparados por Hezbollah hacia el norte de Israel dejaron al menos 9 heridos. En los combates que siguen registrándose en el sur del Líbano, hoy murieron tres militantes de la guerrilla proiraní y resultaron heridos al menos cuatro soldados de la infantería israelí.
Fuente: Diario El Clarín de Buenos Aires
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