El presidente George W. Bush firmó ayer un proyecto de seguridad territorial que incluye una modernización de la Agencia federal de Manejo de Emergencias y $1,200 millones para construir un muro a lo largo de la frontera con México para detener la inmigración ilegal. En Arizona, un estado en que se ha centrado gran parte del debate en torno a la inmigración, Bush promulgó un proyecto de gastos de $35,000 millones para el Departamento de Seguridad Interna que pudiera permitir la construcción de cientos de millas de cerca a lo largo de un punto de entrada ilegal clave en la frontera de México y Estados Unidos.
Bush dijo que el simple cumplimiento de la ley no va a detener la inmigración ilegal y exhortó al Congreso a aprobar su programa de trabajadores invitados dirigido a traer legalmente trabajadores extranjeros y darles la posibilidad a los 11 millones de inmigrantes ilegales de conseguir la ciudadanía norteamericana.
''Los fondos que el Congreso ha asignado son críticos para nuestros esfuerzos por asegurar esta frontera y hacer cumplir nuestras leyes. Sin embargo, también tenemos que reconocer que el solo cumplimiento de las leyes no va a funcionar'', afirmó Bush en la ceremonia de la firma de la ley. ``Necesitamos una amplia reforma que dé una forma legal para que la gente pueda trabajar aquí sobre una base temporal''.
Entre otras cosas, Bush indicó que el financiamiento de la seguridad interna permitirá desplegar equipos de detección nuclear en los puntos de entrada, elevar los estándares de seguridad en las plantas químicas, proveer mejores instrumentos para aplicar las leyes de inmigración y costear barreras, iluminación y cámaras infrarrojas para ayudar a capturar a los ilegales que estén tratando de cruzar la frontera.
''Es lo que desea la gente de este país'', dijo Bush. ``Quieren saben que estamos modernizando la frontera para poder garantizarla''.
El presidente Vicente Fox, que ha pasado su presidencia cabildeando por un nuevo programa de trabajadores invitados y una amnistía para los millones de mexicanos que trabajan ilegalmente en EEUU, ha calificado la muralla de ''vergonzosa''. La compara con el Muro de Berlín. Algunos demócratas criticaron el proyecto de ley de gastos, por considerarlo muy magro.
El representante Ed Markey, demócrata por Massachusetts y miembro de la Comisión de Seguridad Interna, indicó que el proyecto de ley de seguridad interna no mejora la inspección de la carga que se lleva en los aviones de pasajeros, no aporta dinero para comprar e instalar equipos de detección de explosivos y no incluye requerimientos de seguridad lo bastante estrictos para proteger las plantas químicas de un ataque terrorista.
''En Nueva York hay clubes nocturnos donde es más difícil entrar que en algunas de nuestras plantas químicas'', dijo Markey.
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