Con casi el 100% de los votos escrutados, el presidente obtuvo 48,61%, contra 41,64% de Geraldo Alckmin, pero no logró la mayoría necesaria de la mitad más uno de los sufragios válidos para imponerse en la primera vuelta. "No tengo problema en ir a una segunda vuelta. Alencar (José, el vice presidente y compañero de fórmula) y yo estamos dispuestos a salir a la calle", dijo Lula.
Los escándalos
El presidente eludió el reciente escándalo de corrupción que salpicó a dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) y arrastró hasta a su jefe de campaña, Ricardo Berzoini. Según analistas políticos este caso fue el que le impidió coronar un triunfo que todas las encuestas daban por seguro hasta hace pocas semanas. Sin embargo, sí que defendió al PT en el caso de la compra fraudulenta de un falso dossier que incriminaba a Alckmin. Condenar al PT, dijo, "equivale a condenar a toda una familia cuando uno de sus miembros comete un desatino". Pero no economizó críticas a sus compañeros de partido involucrados en ese caso.
"Quien acepta negociar con bandidos se convierte en bandido. Por por eso pido a Dios que sea esclarecido todo lo que ocurrió. Es una cosa inexplicable", dijo el presidente. En sus cuatro años como presidente han sido raras las comparecencias de Lula ante la prensa. Esta ha sido una de las pocas ocasiones en las que ha aceptado preguntas de los periodistas. Mientras, el rival de Lula en las elecciones del día 29, Alckmin, tampoco quiso perder su oportunidad ante los medios, y declaró que Lula dejó pasar la oportunidad de hacer un buen gobierno y ahora es su turno. "Creo que Lula dejó pasar la oportunidad. El pueblo se la dio y dejó pasar la oportunidad de hacer crecer más a Brasil, de dar un ejemplo ético. Creo que ahora vamos a tener nuestra oportunidad de poder trabajar por el país", afirmó Alckmin en una rueda de prensa en Sao Paulo.
La marxista Heloísa Helena Lima, tercera en las elecciones del domingo, una de las posibles alianzas con las que cuente Lula, ha declarado al respecto que que será "neutral" en la segunda vuelta, mientras que el laborista Cristovam Buarque, que quedó cuarto, dijo que será su partido "decidirá".
"Ataque pesado" de los medios
Por otro lado, el coordinador de la campaña electoral del presidente ha afirmado que parte de la prensa brasileña tomó partido a favor de la oposición y "facilitó" así la segunda vuelta. Parte de los medios brasileños promovió "un ataque pesado" en las 48 horas que antecedieron a las elecciones del domingo, declaró García, según el servicio de prensa del Partido de los Trabajadores (PT), en el Gobierno. "Vamos a denunciar con vigor, pero nunca cercenaremos el derecho de la prensa a informar, pero tampoco seremos prisioneros de este biombo que permite el ataque pero no acepta críticas al ataque desigual", afirmó. La campaña para las nuevas elecciones comenzará oficialmente el miércoles y se prolongará hasta el día 26.
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