MARK FOLEY EL EX REPRESETANTE REPUBLICANO QUE DESATO LA TORMENTA POLITICA

El ex representante republicano Mark Foley, investigado por el FBI por intercambiar con adolescentes mensajes de correo electrónico de índole sexual, ha acudido a un centro de rehabilitación para alcohólicos y acepta la responsabilidad por sus acciones, admitió ayer su abogado. El letrado, David Roth, no identificó la institución a la que fue su cliente, pero declaró a un periodista de la Associated Press en la Florida que Foley había acudido allí durante el fin de semana. ''Creo ciertamente que soy un alcohólico y he aceptado la necesidad de un tratamiento inmediato para el alcoholismo y otros problemas de comportamiento'', expresó Foley en un comunicado, confirmó Roth a la AP.

Foley renunció abruptamente a su puesto el viernes, después que surgieron informes de que habría enviado mensajes de correo electrónico con contenido sexual a adolescentes que trabajaban como mensajeros en el Congreso. ''Lamento profundamente y acepto la responsabilidad total por el daño que he causado'', manifestó Foley.

Los líderes del gobernante partido Republicano intentaban ayer frenar los daños políticos causados por el último escándalo sexual en Washington y el FBI examinaba la correspondencia entre el ex congresista y adolescentes para determinar si se violaron leyes federales, señaló un portavoz de la agencia federal. El portavoz del FBI Richard Kolko confirmó el domingo que la agencia policial está ''realizando una indagación para ver si se han violado leyes federales''. Kolko no dio más detalles. La agencia de seguridad del estado de Florida informó ayer que también estaba investigando si las comunicaciones por correo electrónico violaban leyes estatales. El vocero Tom Berlinger manifestó que la investigación estatal ``puede ser un anticipo de una posible investigación penal''.

Las revelaciones hicieron que varios dirigentes republicanos comenzaran acciones para frenar los daños políticos, en tanto la oposición demócrata denunció que algunos líderes del partido del presidente George W. Bush estaban enterados desde hacía meses acerca de la conducta inapropiada de Foley.