La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, exigió hoy al ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, que alivie las restricciones que pesan sobre la población palestina, especialmente en los pasos fronterizos con Israel. Rice se reunió con Peretz después de entrevistarse con la ministra israelí de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, tras su encuentro de ayer con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, y de cenar anoche con el primer ministro, Ehud Olmert. A su vez, Peretz señaló durante la reunión que la adopción de medidas humanitarias "es algo de mutuo interés", y destacó que tiene intención de mejorar la situación a los palestinos en los pasos fronterizos, entre estos el de Rafah, entre Gaza y Egipto. Por ello, Peretz acordó con Rice la instalación de modernas máquinas para la detección de explosivos y armas a fin de acelerar el paso de viajeros y el paso de mercancías entre la franja autónoma de Gaza e Israel, indicaron fuentes cercanas al responsable de Defensa. También señaló a Rice que "la llave para promover el proceso de paz con los palestinos es la liberación del soldado israelí Guilad Shalit".
Durante su encuentro con Olmert, Rice le pidió la excarcelación de prisioneros palestinos en Israel, cuyo número se calcula en 10.000, para "ayudar al presidente Abbas" en su pugna política con su primer ministro, Ismail Haniyeh, perteneciente a Hamás. A su vez, Olmert prometió a la jefa de la diplomacia estadounidense que en breve volverá a abrirse el paso fronterizo de Karni, vital para la economía en Gaza, pero no pondrá en libertad a prisioneros antes de que sea liberado el soldado Shalit. Olmert, según un comunicado de prensa de su oficina, condicionó la liberación de presos palestinos a que los comandos de Gaza liberen a Shalit, al que tienen cautivo desde junio pasado, cuando lo capturaron en una base militar. Para Olmert, también esa liberación sería una condición para reunirse con el presidente Abbas e intentar reanudar el proceso de paz entre sus respectivos pueblos. En su encuentro ayer en la ciudad cisjordana de Ramallah, Rice se había mostrado "muy preocupada" por la crisis política y económica que afecta a la población palestina y por sus condiciones humanitarias, y había prometido a Abbas interceder ante Israel.
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