Giuliani sería el candidato republicano en Estados Unidos

La popularidad del ex alcalde neoyorquino, Rudy Giuliani, apenas ha disminuido en los cinco años desde los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 y pasó a ser el rostro de la resolución estadounidense en una de sus mayores tragedias modernas. Giuliani, apodado el ''alcalde de Estados Unidos'', desea usar esa popularidad para postularse a la Casa Blanca al destacar sus dotes de conductor, sus principios de seguridad y un gobierno limitado, todos ellos cánones del Partido Republicano. ''Si puede aguantar el examen riguroso y si las cosas le salen bien, podrá ganar'', opinó Fred Siegel, que escribió la biografía de Giuliani, The Prince of the City (El príncipe de la ciudad).

Empero, el empeño de Giuliani por obtener la postulación presidencial de su partido no será fácil.
El es un republicano moderado de Nueva York, que en temas como el aborto, los derechos de los homosexuales o el derecho de portar armas de fuego tiene posiciones contrarias a los conservadores acérrimos que constituyen un bloque crucial en las internas. Durante su alcaldía fue criticado por los abusos de la policía. Sus múltiples intereses empresariales podrían crearle conflictos. Tiene dos divorcios en su haber. ''Desde luego, tengo puntos fuertes y débiles'', comentó recientemente Giuliani. ``Creo que ello me pone en la misma categoría que el resto de los candidatos. ¿Son mis cualidades mejores o mis defectos peores? No lo sé''.

Su desafío será recordar al electorado su actitud decidida el 11 de septiembre, al mismo tiempo que el senador John McCain y el ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, intentan explotar sus antecedentes y logros. Giuliani, que el año pasado formó una comisión presidencial exploratoria --requisito legal para recaudar fondos electorales-- cree que los militantes republicanos dejarán de lado sus debilidades. ''Creo que mirarán el panorama en su conjunto'', dijo Tony Carbonetti, asesor político de Giuliani. Nueva York ``era una ciudad ingobernable, y creo que lo que la gente quiere hoy es un gerente, alguien que se ponga al frente en los momentos difíciles y sea el guía en los momentos que no son difíciles''. Antes del 11 de septiembre, Giuliani era conocido como un celoso fiscal que se pasó a la política, que limpió la pornografía que abundaba en el distrito de Times Square, sacó a la ciudad de su desesperación fiscal y trajo nuevamente la férula republicana a la meca del liberalismo. Por supuesto, Giuliani al mismo tiempo se creó enemigos, pero el 11 de septiembre hasta sus detractores crónicos enmudecieron cuando se puso al frente de las operaciones de rescate entre los escombros de las torres gemelas del Centro Mundial de Comercio. Para muchos, encarnó a la perfección la perseverancia y aplomo del emprendedor espíritu estadounidense. ''Es único. Por otra parte, si consideramos la política es evidente que hay problemas'', afirmó Alex Vogel, un estratega republicano.