Al menos 34 personas han muerto a consecuencia de los efectos de la tempestad Kyrill, que ha puesto a los países del norte del continente europeo en estado de alerta. En Francia se ha registrado la muerte de dos personas. Las autoridades alemanas han informado de diez fallecidos, entre ellas un bebé; en Reino Unido han muerto otras diez personas, cuatro más en Holanda, tres en la República Checa, otros tres en Polonia y dos más en Bélgica.
Reino Unido
Los vientos que sobrepasaron los 160 kilómetros por hora en el Reino Unido han causado 10 muertos, uno de ellos un niño de dos años, la mayoría de las víctimas por la caída de árboles y muros. Las estaciones de tren han sido clausuradas y la autopista M-25 que rodea Londres, la más transitada de Europa, ha estado cortada en varios kilómetros ya que las ráfagas de viento hicieron volcar a tres camiones. Una fuerte tempestad ha sido la causa de que un carguero británico de 275 metros de eslora quedara a la deriva y con riesgo de hundimiento en el Atlántico a unos 100 kilómetros al norte de la isla francesa de Ouessant (oeste), frente a las costas de Bretaña, aunque sus 26 tripulantes han sido rescatados.
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