El Senado estadounidense, muy escéptico con la estrategia de la Casa Blanca en Irak, confirmó ayer por mayoría el nombramiento del general David Petraeus como comandante de las fuerzas norteamericanas en ese país. Petraeus, quien reemplazará al general George Casey, obtuvo el respaldo de 81 de los 100 senadores. Ninguno se pronunció en contra. ''Explicó (el martes) que creía que la nueva estrategia militar para Irak funcionaría y que las fuerzas estadounidenses bajo su mando estarían en condiciones de cumplir con éxito su misión .... Rezo para que esté en lo cierto'', declaró, antes de la votación, el presidente de la Comisión de las Fuerzas Armadas, Carl Levin. Durante una intervención, el martes, el general Petraeus advirtió que ''el camino que tenemos por delante no (será) ni rápido, ni fácil y (habrá) sin duda algunos días difíciles'', pero prometió no esconder nada de lo que ocurra sobre el terreno.
Su confirmación en el cargo se produce en momentos en que el Senado examina varios proyectos de resolución que expresan su desconfianza con respecto a la nueva estrategia para Irak anunciada el pasado 10 de enero por el Presidente.
Por otro lado, el ex presidente de la Comisión de las Fuerzas Armadas, el republicano John Warner, recaba apoyo para la aprobación de un texto que sea más respetuoso con las prerrogativas presidenciales para esa guerra y al mismo tiempo estipule que 'el Senado no está de acuerdo con el `plan' de aumentar en 21,500 (hombres) los efectivos militares en Irak''.
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