"España ha sido el modelo de referencia para la docena de países que se han incorporado a la UE desde 2004", señala un alto funcionario de la Comisión que ha seguido la trayectoria española desde Bruselas durante los últimos 20 años. "El éxito español se ha valorado mucho más desde fuera que en nuestro país. Todos quieren hacer como España", asegura. Polonia es un buen ejemplo de esta percepción. "Polonia", explica la comisaria polaca Danuta Hübner, responsable de Política Regional, "partía de una renta per cápita muy inferior a la que tenía España en 1986. No obstante, estoy convencida de que tenemos mucho que aprender de los españoles en cuanto al uso inteligente y eficaz de las oportunidades que ofrece la integración europea".
Sin duda, el indicador más relevante del éxito de la integración española ha sido la convergencia en el nivel de renta per cápita. En 1985, España tenía una renta per cápita equivalente al 71% de la Europa de los Quince. En 2004, el último dato disponible había ascendido hasta el 90%. Tras las últimas ampliaciones con países más pobres, España ya se ha situado por encima de la renta media (100,7%) de la Europa de los Veintisiete. Desde su adhesión y hasta 2013, España habrá sido el mayor receptor de fondos comunitarios, con más de 150.000 millones de euros. No obstante, durante la etapa actual 2007-2013, Polonia, con 67.284 millones de euros, prácticamente dobla la cantidad asignada a España.
El cambio más visible de esta modernización se ha registrado en el aumento de la población, en más de seis millones de habitantes, al que ha correspondido un crecimiento paralelo del empleo. Millones de inmigrantes han escogido el territorio español para iniciar una nueva vida. El cambio ha sido especialmente intenso durante la última década. En 1995, España tenía la tasa de ocupación más baja de Europa (sólo 47 de cada 100 personas de entre 15 y 64 años). En 2005, esta tasa subió al 63,3%, prácticamente la misma que la zona euro, por encima de Francia, Bélgica e Italia. El año pasado, España creó el 40% del empleo de toda la zona euro, integrada entonces por 12 Estados miembros.
Uno de los éxitos menos reconocidos de este desarrollo ha sido el modelo de relaciones industriales consensuado entre empresarios y sindicatos, que ha permitido un periodo de crecimiento por encima de la media europea desde 1994. Joaquín Almunia, comisario de Asuntos Económicos y Sociales, destaca que "el largo proceso de crecimiento ha sido posible en buena medida gracias a la actitud negociadora que han mantenido los sindicatos y la patronal". Para Almunia, España, Irlanda y Finlandia han sido los tres países que mejor han aprovechado y avanzado desde su entrada en la UE.
Los cambios en las condiciones de vida se han traducido también en una elevada tasa de esperanza de vida. Los propios españoles han cambiado radicalmente su percepción de Europa. Hace 20 años, un 60% estaba a favor de la integración, pero sólo un 9% se mostraba convencido de que este proceso sería beneficioso. Actualmente, el 69% afirma que la entrada de España en la UE ha sido provechosa.
Fuente: Diario El País de España
No hay comentarios.:
Publicar un comentario