
El presidente iraní saluda al rey saudíta en su visita a Riad. (Foto: EFE)
El presidente iraní afirmó que una de las prioridades de su país es "ayudar para solucionar las crisis en el Líbano e Irak", donde Teherán tiene una especial influencia sobre las milicias chiítas en los dos países árabes. "Instamos a todos los musulmanes a que estén despiertos para hacer frente a los planes de los enemigos para suscitar un conflicto (sectario) entre los musulmanes", añadió. Ahmadineyad no se refirió, sin embargo, al contencioso por las actividades nucleares iraníes que, junto a la tensión entre Irán y EEUU, constituye una fuente de inquietud entre los vecinos árabes de Irán.
El reino wahabí, sede de los lugares islámicos más sagrados y gobernado por el régimen suní de la familia Al Saud, no oculta su oposición a la política de la milicia chiíta pro iraní de Hizbulá que actúa para derrocar al gobierno del primer ministro suní, Fuad Siniora.
En los países árabes del golfo Pérsico, especialmente en Arabia Saudita, se ha responsabilizado, por otro lado, a grupos chiíes pro iraníes de la violencia contra la comunidad suní de Irak.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario