domingo, marzo 04, 2007

Revés de Bush por una grave denuncia

En un duro revés para el presidente George W. Bush, el secretario del Ejército norteamericano, Francis Harvey, renunció anoche de manera sorpresiva, en medio del escándalo desatado por el maltrato a soldados heridos en combate en un hospital militar de Washington. La renuncia ocurrió mientras el gobierno de Bush, expuesto a una ola de críticas por su estrategia en la impopular guerra de Irak, trata de hacer frente al creciente escándalo, para evitar que disminuya aún más el apoyo al conflicto en el país árabe. Harvey es el segundo alto oficial que cae por este caso, después de que el director del hospital, el mayor general George Weightman, fuera removido de su cargo, anteayer. El Pentágono dijo que Harvey había renunciado, pero funcionarios de alto nivel dijeron, con la condición de que se mantuviera el anonimato, que en realidad había sido despedido por el secretario de Defensa, Robert Gates.

El gobierno de Bush fue sacudido por el escándalo hace dos semanas, cuando el diario The Washington Post reveló que soldados heridos provenientes de las guerras en Irak y Afganistán estaban siendo atendidos en condiciones precarias en el hospital militar de Walter Reed, en Washington, donde se recuperan cientos de veteranos de ambos conflictos.

El diario, que publicó varias fotos ilustrativas, indicó que los soldados permanecen en cuartos con moho en las paredes, huecos en el techo e infestados de ratas y cucarachas. Según el Post , además, los soldados heridos deben soportar largas demoras burocráticas para recibir tratamiento. Inmediatamente, la oposición demócrata, que controla el Congreso desde enero, exigió una investigación. El Pentágono también abrió una pesquisa para analizar cómo la situación pudo llegar a ese extremo.

Por su parte, la Casa Blanca tomó ayer la inusual iniciativa de divulgar por anticipado el texto del mensaje radial de los sábados de Bush, que hoy estará dedicado a la crisis en el sistema de salud para los heridos de guerra. Según el texto, está previsto que Bush anuncie la creación de un comité bipartidario que analice el tratamiento que reciben los soldados heridos. "Estos hombres y mujeres merecen el agradecimiento de nuestro país, y merecen el mejor tratamiento que nuestra nación puede otorgarles", dirá Bush, según el texto divulgado por la Casa Blanca.

Con la violencia que crece en Irak, donde las bajas estadounidenses ya pasaron largamente los 3100 soldados, el gobierno de Bush está intentando evitar otro golpe de duras consecuencias a causa del manejo de la situación en el país ocupado. La situación en Irak ya les costó a los republicanos una dura derrota en las elecciones legislativas de noviembre último, cuando debieron resignar el control del Congreso a manos de los demócratas.

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