A cuatro días del ballottage, ambos candidatos presidenciales demostraron seguridad e iniciativa en el duelo televisivo que se realizó en París y que fue seguido por unos 20 millones de televidentes. El encuentro era considerado clave para definir a una parte del electorado que aún no se inclinó por el conservador o la socialista como sucesores del presidente Chirac. Los candidatos a la presidencia de Francia, el derechista Nicolas Sarkozy y la socialista Ségolène Royal, abrieron hoy el debate televisivo con definiciones del perfil que cada uno tiene de un presidente.
La primera pregunta de los moderadores apuntó a que los candidatos definan qué entienden por ser presidente y el ejercicio del poder en esa función. Sarkozy destacó que si es elegido, "cumpliré mi palabra y los compromisos asumidos" en la campaña y le solicitará una "rendición de cuentas a mis ministros". Se definió como un político de "acción", por lo cual agregó: "quiero hacer, cambiar y lograr resultados" para el país y aseguró que "seré un presidente que hable más con la gente". También destacó la necesidad de "sacar experiencias de los años pasados".Por su parte, Royal destacó su intención de "salir de la situación de hoy", donde hay "millones de trabajadores pobres, millones de personas por debajo del estado de pobreza, dos de ellos niños, y el sufrimiento de la mujer ante la desocupación". También destacó el aumento de la violencia y agresividad social, pese a que -agregó- dirigiéndose a Sarkozy, había hablado de "tolerancia cero" en 2002 en ese problema.
Fuente: Diario El Clarín de Buenos Aires
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