jueves, mayo 03, 2007

Royal consigue llevar la iniciativa en el debate televisivo con Sarkozy

Al ataque desde el primer momento, bien preparada y con reproches constantes al balance del Gobierno del que Nicolas Sarkozy ha formado parte hasta hace mes y medio, la candidata socialista a la presidencia de Francia, Ségolène Royal, consiguió ayer llevar la iniciativa en el debate de más de dos horas y media transmitido por las dos principales cadenas de televisión. Sarkozy explicó su programa con claridad, pero estuvo casi siempre a la defensiva.A Royal no le quedaba otra alternativa que el ataque, ya que todos los sondeos --desde la primera vuelta se han publicado 20-- dan vencedor a su rival, con diferencias de entre dos y ocho puntos. El problema de Sarkozy era el contrario: controlar su legendario mal carácter y no cometer errores que pudieran arruinar sus tesis. Este aspecto lo logró, a riesgo de ponerse a la defensiva.
PERDER LOS NERVIOS






De todas formas, su actitud dejó traslucir una cierta condescendencia hacia su oponente, a la que llamó numerosas veces "señora Royal" o "señora". Royal siempre recurrió al "usted" para dirigirse a su rival y solo utilizó el término "señor" una vez, en un duro intercambio sobre la educación. Sarkozy le reprochó que había perdido los nervios, a lo que Royal replicó que no estaba nerviosa, sino furiosa por lo que calificó de "escándalo". El candidato de la derecha le intentó entonces dar una lección de calma, de moderación y de respeto en la función presidencial.El debate se centró sobre todo en las cuestiones económicas y sociales. El orden temático que habían establecido los moderadores saltó pronto por los aires, ya que, en el primer apartado, que trataba de las instituciones y del papel del presidente de la República, Royal introdujo ya temas sociales, como la violencia, o económicos, como el crecimiento y el poder adquisitivo.Desde el principio, la candidata socialista reprochó al representante de la derecha el balance gubernamental. "Usted no contesta sobre el balance", le dijo. Y cuando Sarkozy se remitió al Gobierno socialista de Lionel Jospin, Royal le cortó: "Estamos en el 2007, no en el 2002". En su deseo de conciliar, Sarkozy usó en ocasiones la expresión "usted tiene razón" y huyó de polémicas. La cuestión de las 35 horas de trabajo establecidas por los socialistas protagonizó un amplio debate en el que Sarkozy citó dos veces al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. "Me dijo en Madrid que nunca aprobaría las 35 horas porque perjudican la competitividad de las empresas". "Si las 35 horas han causado tanto daño, ¿por qué no las han suprimido en estos cinco años?", preguntó Royal.

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