REFORMA MIGRATORIA EN EE.UU: EL DURO DEBATE QUE VIENE

Pese al acuerdo bipartidista en el Senado de E.U., al proyecto de reforma migratoria le esperan no pocas dificultades.

Esta semana, un grupo bipartidista de senadores de Estados Unidos logró un acuerdo para la reforma del sistema migratorio, que afectaría como mínimo a los 12 millones de indocumentados que allí habitan. El proyecto de ley, liderado por el demócrata Edward Kennedy y el republicano Jon Kyl, fue resultado de arduas negociaciones durante tres meses, en las que ambos partidos hicieron profundas concesiones. De aprobarse, se convertiría en el mayor logro doméstico del segundo mandato de Bush.

El hecho de que el acuerdo sea respaldado por senadores de ambos partidos le da un fuerte empujón en su debate legislativo. Incluye varios de los puntos críticos, como el programa de trabajadores temporales, las visas y la legalización de los ilegales, así como el fortalecimiento de la seguridad fronteriza y más herramientas de control policial, exigidas por los republicanos.

Sin embargo, desde los puntos de vista de contenido y de soporte político, el acuerdo es un frágil punto medio. Pese al apoyo de los senadores, es en la Cámara donde los otros proyectos de inmigración han sido hundidos. Los intereses de los representantes, elegidos cada dos años, están más ligados a los vaivenes de la opinión de sus votantes locales. Esto produce un fuerte y radical bloque contrario a la inclusión de medidas de legalización.

No son pocas, además, las contradicciones del proyecto. Si bien define un camino claro para legalizar la situación de los indocumentados, propone un régimen de méritos que afectaría a los poco calificados. Ilegales que ganan escasamente el salario mínimo deberán pagar para regularizarse multas y trámites por unos 7.000 dólares. Se propone otorgar entre 400.000 y 600.000 permisos a trabajadores temporales, que podrían laborar hasta por seis años, pero deben salir de E.U. por 12 meses, cada dos años. No incluir una vía para darles ciudadanía aumenta los incentivos para que se queden después de expirar los permisos.

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