APERTURA. La plana mayor del Gobierno estuvo presente en el acto inaugural celebrado en el Teatro Nacional, en San Felipe.859876
La XXXVII Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) comenzó ayer con el propósito de discutir el futuro energético de la región, un asunto que pasó a segundo plano por la polémica internacional que generó el cierre, por parte del Gobierno de Venezuela, del canal privado Radio Caracas Televisión (RCTV). "Una democracia plena supone la creación de un clima de plena tolerancia en cada país y en el plano hemisférico", dijo el secretario general de la organización, José Miguel Insulza, al abrir el encuentro en un acto en el Teatro Nacional. "Debemos cuidar de que los liderazgos fuertes no sustituyan lo que es esencial de la democracia: una república de leyes e instituciones", amplió.
Unos minutos antes –cerca de las 7:30 p.m.–, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, abrió el encuentro. Dijo que la región enfrenta "considerables desafíos" que necesitan ser tratados con "dinamismo, innovación y honestidad". También realizó un llamado a los países para que se unan en torno al problema del cambio climático. En una mesa ubicada en medio del escenario principal –aparte Ban Ki-moon e Insulza– se ubicaron el presidente, Martín Torrijos, el canciller Samuel Lewis Navarro y el secretario adjunto de la OEA, Albert Ramdin. Por último, y ante un auditorio colmado, Torrijos señaló que la región "pareciera estar buscando diversidad a la unidad que la historia y la geografía le ha regalado".
Fuente: Diario La Prensa de Panamá
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