El presidente de Bolivia, Evo Morales, jugó este viernes un partido de fútbol en el monte Chacaltaya, a 5.270 metros sobre el nivel del mar, en un nuevo episodio de la cruzada que lidera contra el veto de la FIFA de jugar partidos internacionales de balompié en ciudades de altura.
El mandatario, un consumado deportista, llegó al lugar en helicóptero y automóvil por un polvoriento y angosto camino escarpado hasta alcanzar la cima de esta montaña, a 65 km al norte de La Paz, que hasta hace una década lucía como imponente nevado y del que ahora sólo quedan rastros debido al calentamiento global. Con un sol radiante, cuatro grados centígrados de temperatura y un viento que rasguñaba hasta el tuétano, el mandatario saltó a la cancha de juego, un escenario de tierra y piedra de 40x50 metros de dimensión con dos arcos de 2x3 metros en cada extremo, en predios del Instituto de Física de la estatal Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
Continue leyendo el artículo del diario La Hora de Quito
El mandatario, un consumado deportista, llegó al lugar en helicóptero y automóvil por un polvoriento y angosto camino escarpado hasta alcanzar la cima de esta montaña, a 65 km al norte de La Paz, que hasta hace una década lucía como imponente nevado y del que ahora sólo quedan rastros debido al calentamiento global. Con un sol radiante, cuatro grados centígrados de temperatura y un viento que rasguñaba hasta el tuétano, el mandatario saltó a la cancha de juego, un escenario de tierra y piedra de 40x50 metros de dimensión con dos arcos de 2x3 metros en cada extremo, en predios del Instituto de Física de la estatal Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
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