La propuesta de Estados Unidos tuvo corta vida: menos de 24 horas. El canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció ayer que su gobierno no dará el aval para que una misión encabezada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, viaje a Venezuela con el objetivo de presentar un informe sobre el cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV). "Nadie va a ir a tutelar a Venezuela, llámese como se llame", anticipó Maduro, en diálogo con este diario. "Venezuela es un país soberano que no va a dejar que lo controle ni lo tutele nadie", insistió.
La posición del gobierno de Hugo Chávez –en la hoguera internacional tras la clausura de RCTV– bloquea así cualquier intento multilateral por resolver el conflicto. Según el Artículo 18 de la Carta Interamericana –que invocó Estados Unidos el último lunes– es necesario para hacer efectiva la medida el "consentimiento previo del Gobierno afectado". "No podemos cumplir ese pedido si no hay un acuerdo", reconoció luego Insulza durante la conferencia de prensa que brindó tras el cierre de la XXXVII Asamblea General de la OEA. "Mi función es buscar consenso y no singularizar países y buscar conflictos", añadió. En el último día de la Asamblea, Venezuela se anotó dos triunfos diplomáticos: el pleno no aprobó un proyecto que mencione la clausura de RCTV y la representante venezolana Luz Patricia Mejía logró el apoyo de los demás países para integrar la Comisión de Derechos Humanos de la OEA. "Es un triunfo más", dijo, socarrón, Maduro.
Fuente: Diario La Prensa de Panamá
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