La campaña presidencial en Estados Unidos está como para alquilar balcón. El capítulo inicial de esa carrera, que terminará en las elecciones de 6 de noviembre, se lleva a cabo esta noche en el Estado de Iowa, donde se celebra el primer ‘caucus’ de la temporada. No es un ‘caucus’ cualquiera. Esa serie de asambleas, en las que los partidos demócrata y republicano elegirán a los delegados estatales que en agosto y septiembre escogerán a los candidatos presidenciales, tiene a medio país con la respiración contenida.
La noticia de última hora es que, si una encuesta divulgada este jueves tienen razón, Barack Obama, senador negro de Illinois, vencerá a Hillary Clinton, senadora por Nueva York y hasta hace poco gran favorita del bando demócrata. Pero no sólo eso. El sondeo señala que la ex primera dama quedaría incluso por debajo de otro copartidario suyo: John Edwards, aquel apuesto abogado multimillonario, ex senador por Carolina del Norte y compañero de John Kerry en la fallida fórmula del 2004. ¿Y qué pasará en las toldas republicanas? La encuesta sostiene que Mike Huckabee, ex gobernador de Arkansas, le dará una paliza memorable al político mormón Mitt Romney, gobernador de Massachussets hasta principios de este año. Toda una sorpresa.
El sondeo, divulgado por la agencia de noticias británica Reuters y elaborado por la empresa Zogby, señala que el 31% de los delegados demócratas de Iowa apoyan al senador de Illinois, y que el 24% respaldan a la esposa del ex presidente Bill Clinton. Edwards aparece a medio camino entre los dos. También dice la encuesta que Huckabee, pastor evangélico de puntos de vista muy conservadores, cuenta con el 31% de los delegados, con lo cual le saca varias cabezas de ventaja a Romney, con un más débil 25%. Detrás de ellos marchan Fred Tohmpson, antiguo senador por Tennessee, y John McCain, senador de Arizona, que tiene sólo un 10%. Más abajo figura Rudolph Giuliani, que se hizo mundialmente famoso por su gestión el 11 de septiembre y que no ha entrado su atención en Iowa.
La noticia de última hora es que, si una encuesta divulgada este jueves tienen razón, Barack Obama, senador negro de Illinois, vencerá a Hillary Clinton, senadora por Nueva York y hasta hace poco gran favorita del bando demócrata. Pero no sólo eso. El sondeo señala que la ex primera dama quedaría incluso por debajo de otro copartidario suyo: John Edwards, aquel apuesto abogado multimillonario, ex senador por Carolina del Norte y compañero de John Kerry en la fallida fórmula del 2004. ¿Y qué pasará en las toldas republicanas? La encuesta sostiene que Mike Huckabee, ex gobernador de Arkansas, le dará una paliza memorable al político mormón Mitt Romney, gobernador de Massachussets hasta principios de este año. Toda una sorpresa.
El sondeo, divulgado por la agencia de noticias británica Reuters y elaborado por la empresa Zogby, señala que el 31% de los delegados demócratas de Iowa apoyan al senador de Illinois, y que el 24% respaldan a la esposa del ex presidente Bill Clinton. Edwards aparece a medio camino entre los dos. También dice la encuesta que Huckabee, pastor evangélico de puntos de vista muy conservadores, cuenta con el 31% de los delegados, con lo cual le saca varias cabezas de ventaja a Romney, con un más débil 25%. Detrás de ellos marchan Fred Tohmpson, antiguo senador por Tennessee, y John McCain, senador de Arizona, que tiene sólo un 10%. Más abajo figura Rudolph Giuliani, que se hizo mundialmente famoso por su gestión el 11 de septiembre y que no ha entrado su atención en Iowa.
La noticia de última hora es que, si una encuesta divulgada este jueves tienen razón, Barack Obama, senador negro de Illinois, vencerá a Hillary Clinton.
“Yo me siento bien. Pero esto depende de quiénes se vayan a poner esta noche el abrigo y salgan a votar”, dijo Hillary Clinton para dar muestras de tranquilidad. Pero ella es consciente de que las casi 1.800 asambleas convocadas a lo largo y ancho de Iowa, Estado agrícola del centro norte del país en el que apenas viven tres millones de personas, pueden ser decisivas en la carrera hacia la Casa Blanca. No en vano todos los aspirantes que se han salido con la suya en Iowa se han convertido luego en los candidatos oficiales desde 1976. En el partido demócrata sólo ha habido dos excepciones, una de ellas, cómo no, el mismísimo Bill Clinton, que perdió el ‘caucus’ en 1992. En el partido republicano también ha habido un par de salvedades desde mediados de los 70.
Aunque algunos precandidatos como Rudy Giuliani y John McCain han preferido dedicar sus esfuerzos a la elección primaria de New Hampshire el próximo martes, la campaña en Iowa ha sido cara, intensa y literalmente de sol a sol. En busca de un voto, John Edwards ha llegado a tocar a la puerta de un granjero a las dos y cuarto de la madrugada. Mitt Romney se ha gastado siete millones de dólares. Barack Obama ha abierto 37 oficinas y ha organizado mítines con la superestrela negra de la televisión gringa Oprah Winfrey. Y Hillary, que se ha visto reforzada con el indudable carisma de su esposo, ha inaugurado otros 34 despachos con miles de voluntarios.
El escrutinio de esta noche marcará un indicador a tomar en cuenta en una campaña de la que saldrá el nombre del presidente número 44 en la historia de los Estados Unidos. El momento histórico es crucial. Con el drama de la guerra en Irak y el desprestigio de la imagen estadounidense en el exterior, con la rampante crisis económica y la caída en picada de los precios de la vivienda, con la falta de un sistema de seguridad social y con los precios de las matrículas universitarias por las nubes, muchos analistas consideran que Washington requiere un golpe de timón, un giro de 180 grados. Por algo será que Michael Tomasky, editor de la edición norteamericana del diario londinense ‘The Guardian’, ha llamado a estos comicios “los más importantes de nuestra vida”.
Fuente: Revista Semana de Colombia
Aunque algunos precandidatos como Rudy Giuliani y John McCain han preferido dedicar sus esfuerzos a la elección primaria de New Hampshire el próximo martes, la campaña en Iowa ha sido cara, intensa y literalmente de sol a sol. En busca de un voto, John Edwards ha llegado a tocar a la puerta de un granjero a las dos y cuarto de la madrugada. Mitt Romney se ha gastado siete millones de dólares. Barack Obama ha abierto 37 oficinas y ha organizado mítines con la superestrela negra de la televisión gringa Oprah Winfrey. Y Hillary, que se ha visto reforzada con el indudable carisma de su esposo, ha inaugurado otros 34 despachos con miles de voluntarios.
El escrutinio de esta noche marcará un indicador a tomar en cuenta en una campaña de la que saldrá el nombre del presidente número 44 en la historia de los Estados Unidos. El momento histórico es crucial. Con el drama de la guerra en Irak y el desprestigio de la imagen estadounidense en el exterior, con la rampante crisis económica y la caída en picada de los precios de la vivienda, con la falta de un sistema de seguridad social y con los precios de las matrículas universitarias por las nubes, muchos analistas consideran que Washington requiere un golpe de timón, un giro de 180 grados. Por algo será que Michael Tomasky, editor de la edición norteamericana del diario londinense ‘The Guardian’, ha llamado a estos comicios “los más importantes de nuestra vida”.
Fuente: Revista Semana de Colombia
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