Policías egipcios, en colaboración con las fuerzas de seguridad de Hamás, volvieron a cerrar la mayor parte de los huecos que quedaban abiertos en la frontera entre Gaza y Egipto, con lo que sólo queda un paso por el que puedan pasar los palestinos, la puerta de Salahedín.
Las fuerzas de seguridad prohibieron la entrada de palestinos en Egipto por dos de los huecos que quedaban abiertos, mientras que un gran número de agentes se han concentrado en el paso de Salahedín, el único abierto ahora y por el que se permite la circulación de vehículos.
Los dos pasos cerrados al tráfico rodado son la puerta de Brasil, donde está prohibido el tránsito en ambas direcciones, y el agujero más ancho perforado el viernes pasado por militantes palestinos en la valla fronteriza, donde sólo se permite a personas y vehículos volver a Gaza y no entrar en Egipto.
En el paso de Brasil, media docena de guardias de frontera egipcios volvieron a colocar la alambrada de espinos que los palestinos arrancaron para poder pasar.
A diferencia del viernes pasado, cuando las fuerzas egipcias cerraron por primera vez la mayor parte de los agujeros de la valla, los palestinos no han mostrado ninguna resistencia y se limitan a dirigirse al paso abierto.
Por otro lado, en la calle que conduce a la puerta de Salahedin se han desplegado numerosos policías egipcios antidisturbios que han cerrado todos los accesos secundarios a la vía, que desemboca en el otro lado a la plaza de Salahedin. En esa plaza, acordonada por la Policía, se han posicionado siete camiones cargados con agentes.
El cerco policial en torno a Rafah y los numerosos puestos de control impiden a los palestinos alcanzar otras ciudades egipcias cercanas a la frontera como Al Arish o Sheij Sweid. Además, los que todavía consiguen llegar a esas localidades se encuentra con que la práctica totalidad de los comercios se encuentran cerrados por orden de las autoridades egipcias.
Los escasos productos que ahora se pueden conseguir en Rafah han triplicado o cuadruplicado su precio lo que ha llevado a muchos palestinos a quedarse en Gaza en lugar de volver al Rafah egipcio que se ha convertido en un barrizal por las lluvias de los últimos días.
Durante el domingo, miles de palestinos han vuelto a sus hogares atravesando las grietas en la frontera de Gaza con Egipto, después de que las autoridades egipcias cortaran los suministros en el área y se movieran para recuperar el control.
Egipto ha tenido problemas para volver a sellar la frontera y contener a los miles de habitantes de Gaza que cruzaron la zona desde que Hamas abriera huecos el miércoles para evadir el bloqueo israelí.
Las fuerzas egipcias trataron de sellar la frontera la semana pasada, pero Hamas volvió a abrirla con palas mecánicas. Egipto, el primer país árabe en hacer la paz con Israel, no quiere ser visto como una nación que colabora con el bloqueo impuesto por el Estado judío.
Fuente: Artículo del diario El Mundo de ESpaña
Las fuerzas de seguridad prohibieron la entrada de palestinos en Egipto por dos de los huecos que quedaban abiertos, mientras que un gran número de agentes se han concentrado en el paso de Salahedín, el único abierto ahora y por el que se permite la circulación de vehículos.
Los dos pasos cerrados al tráfico rodado son la puerta de Brasil, donde está prohibido el tránsito en ambas direcciones, y el agujero más ancho perforado el viernes pasado por militantes palestinos en la valla fronteriza, donde sólo se permite a personas y vehículos volver a Gaza y no entrar en Egipto.
En el paso de Brasil, media docena de guardias de frontera egipcios volvieron a colocar la alambrada de espinos que los palestinos arrancaron para poder pasar.
A diferencia del viernes pasado, cuando las fuerzas egipcias cerraron por primera vez la mayor parte de los agujeros de la valla, los palestinos no han mostrado ninguna resistencia y se limitan a dirigirse al paso abierto.
Por otro lado, en la calle que conduce a la puerta de Salahedin se han desplegado numerosos policías egipcios antidisturbios que han cerrado todos los accesos secundarios a la vía, que desemboca en el otro lado a la plaza de Salahedin. En esa plaza, acordonada por la Policía, se han posicionado siete camiones cargados con agentes.
El cerco policial en torno a Rafah y los numerosos puestos de control impiden a los palestinos alcanzar otras ciudades egipcias cercanas a la frontera como Al Arish o Sheij Sweid. Además, los que todavía consiguen llegar a esas localidades se encuentra con que la práctica totalidad de los comercios se encuentran cerrados por orden de las autoridades egipcias.
Los escasos productos que ahora se pueden conseguir en Rafah han triplicado o cuadruplicado su precio lo que ha llevado a muchos palestinos a quedarse en Gaza en lugar de volver al Rafah egipcio que se ha convertido en un barrizal por las lluvias de los últimos días.
Durante el domingo, miles de palestinos han vuelto a sus hogares atravesando las grietas en la frontera de Gaza con Egipto, después de que las autoridades egipcias cortaran los suministros en el área y se movieran para recuperar el control.
Egipto ha tenido problemas para volver a sellar la frontera y contener a los miles de habitantes de Gaza que cruzaron la zona desde que Hamas abriera huecos el miércoles para evadir el bloqueo israelí.
Las fuerzas egipcias trataron de sellar la frontera la semana pasada, pero Hamas volvió a abrirla con palas mecánicas. Egipto, el primer país árabe en hacer la paz con Israel, no quiere ser visto como una nación que colabora con el bloqueo impuesto por el Estado judío.
Fuente: Artículo del diario El Mundo de ESpaña
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