Según fuentes en Washington, la administración Bush tomó la decisión tras consultar con legisladores demócratas y otros sectores que creen inconveniente mover el acuerdo en vísperas de Semana Santa. Se espera que para la primera semana de abril ya haya un acuerdo entre el Ejecutivo y la líder de la mayoría demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, sobre la votación del tratado. Los congresistas, sostienen las fuentes, pidieron postergar su decisión al menos durante las dos semanas que dura el receso, para evitar que el tema los afecte en sus distritos, donde estarán haciendo campaña con miras a las elecciones legislativas y presidenciales del 4 de noviembre.
La mayoría de los demócratas se opone a ratificar el acuerdo comercial; sobre todo en medio de estas primarias, plagadas de ataques contra el libre comercio, en particular contra el Nafta (E.U., México y Canadá). Algunos, no obstante, parecen dispuestos a votar favorablemente si logran minimizar el efecto negativo que tendría su respaldo.
"Si se presenta esta semana, muchos legisladores tendrán que volver a sus distritos durante el receso y enfrentar presiones de sindicatos y opositores del acuerdo", explicó una de las fuentes.
La administración teme quedarse "sin tiempo legislativo" para aprobarlo en lo que resta del año. La ley que regula el trámite del TLC (fast track) prevé 90 días de consideración, excluidos fines de semana, feriados y recesos.
Dado que el Congreso entrará en un receso de un mes en agosto, el tratado tendría que ser aprobado antes, pues nadie cree tenga que posibilidades en septiembre u octubre, a días de las elecciones. Otro cálculo es que ingrese después de las elecciones, entre noviembre y diciembre, cuando se habrán reducido las presiones políticas. El estudio de esas posibilidades ocupa por estos días a los ministros Juan Manuel Santos (Defensa) y Luis Guillermo Plata (Comercio). Santos está en Washington desde ayer para cumplir parte de la agenda que tuvo que cancelar la semana pasada, cuando estalló la crisis entre Colombia, Ecuador y Venezuela.
Plata viajó a Nueva York, donde adelanta una estrategia off the beltway, que consiste en hacer cabildeo directamente en los distritos de los demócratas que podrían darle su voto a Colombia.
Ya se han identificado 25 ciudades donde vale la pena hacer ese trabajo, incluidas Miami, Nueva York y Nueva Jersey, en la costa Este, y Portland, San Francisco y Austin, en el centro y el oeste. A partir de mañana, el ministro Plata también visitará Washington, donde tiene citas con varios congresistas. Con mucha delicadeza, los funcionarios colombianos están insistiendo en que la lección de la crisis de la semana pasada es que Colombia es muy dependiente del comercio con los vecinos y necesita el TLC para generar confianza entre los exportadores.
Fuente: Diario El Tiempo de Bogotá
La mayoría de los demócratas se opone a ratificar el acuerdo comercial; sobre todo en medio de estas primarias, plagadas de ataques contra el libre comercio, en particular contra el Nafta (E.U., México y Canadá). Algunos, no obstante, parecen dispuestos a votar favorablemente si logran minimizar el efecto negativo que tendría su respaldo.
"Si se presenta esta semana, muchos legisladores tendrán que volver a sus distritos durante el receso y enfrentar presiones de sindicatos y opositores del acuerdo", explicó una de las fuentes.
La administración teme quedarse "sin tiempo legislativo" para aprobarlo en lo que resta del año. La ley que regula el trámite del TLC (fast track) prevé 90 días de consideración, excluidos fines de semana, feriados y recesos.
Dado que el Congreso entrará en un receso de un mes en agosto, el tratado tendría que ser aprobado antes, pues nadie cree tenga que posibilidades en septiembre u octubre, a días de las elecciones. Otro cálculo es que ingrese después de las elecciones, entre noviembre y diciembre, cuando se habrán reducido las presiones políticas. El estudio de esas posibilidades ocupa por estos días a los ministros Juan Manuel Santos (Defensa) y Luis Guillermo Plata (Comercio). Santos está en Washington desde ayer para cumplir parte de la agenda que tuvo que cancelar la semana pasada, cuando estalló la crisis entre Colombia, Ecuador y Venezuela.
Plata viajó a Nueva York, donde adelanta una estrategia off the beltway, que consiste en hacer cabildeo directamente en los distritos de los demócratas que podrían darle su voto a Colombia.
Ya se han identificado 25 ciudades donde vale la pena hacer ese trabajo, incluidas Miami, Nueva York y Nueva Jersey, en la costa Este, y Portland, San Francisco y Austin, en el centro y el oeste. A partir de mañana, el ministro Plata también visitará Washington, donde tiene citas con varios congresistas. Con mucha delicadeza, los funcionarios colombianos están insistiendo en que la lección de la crisis de la semana pasada es que Colombia es muy dependiente del comercio con los vecinos y necesita el TLC para generar confianza entre los exportadores.
Fuente: Diario El Tiempo de Bogotá
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