El presidente chino, Hu Jintao, ha llegado este viernes a la ciudad de Mianyang, en el epicentro del terremoto del lunes en el suroeste del país, "para consolar a las víctimas e inspeccionar las labores de rescate" del peor seísmo en China en tres décadas.
El presidente chino, Hu Jintao (derecha), a su llega a Mianyang, donde fue recibido por el primer ministro Wen Jiabao
AFP - 16/05/2008
Dentro de una campaña política destinada a demostrar tanto en casa como en el exterior que el Gobierno del Partido Comunista de China (PCCh, en el poder desde 1949) tiene controlada la situación, Hu tiene previsto supervisar las labores de rescate en la zona, según informa la agencia de noticias Xinhua.
Además de las víctimas, el presidente visita también a las tropas y al personal médico que trabajan 24 horas intentando rescatar a los sepultados en la zona del epicentro, en el distrito de Wenchuan (provincia de Sichuan). Allí se encuentra desde el lunes el primer ministro Wen Jiabao, que ha estado en escuelas con niños sepultados, heridos y otros damnificados para asegurarles que el Gobierno se va a ocupar de ellos.
Según Xinhua, este jueves las fuerzas de seguridad rescataron a más de 20.000 personas que habían quedado incomunicadas en la zona del epicentro del terremoto desde el lunes. El rescate de estas víctimas coincidió con la restauración de buena parte de las carreteras que llevaban a los distritos de Wenchuan y Beichuan.
Wen ha señalado que la pérdida de vidas humanas se ha visto reducida gracias a la efectiva actuación de su Gobierno y añadió que "salvar vidas es todavía la máxima prioridad". Sin embargo, los familiares de los niños fallecidos señalan a la prensa extranjera que las autoridades locales están mintiendo al primer ministro sobre la cifra real de muertos en cada zona.
En el que está siendo un "annus horribilis" para China en cuanto a catástrofes, accidentes e inestabilidad social, y a menos de tres meses de que se celebren los Juegos Olímpicos de Pekín, el gobierno reaccionó de forma muy rápida ante la catástrofe, enviando a más de 130.000 efectivos del ejército y fuerzas de seguridad a la zona.
Ministerios como los de Sanidad, Finanzas, Industria e Información, Asuntos Civiles y Educación se coordinan para salvar vidas y proporcionar ayuda en la zona, con un total de 159 millones de dólares del Gobierno central destinados a este objetivo.
Más de 10.000 profesionales médicos trabajan en la zona más devastada, en la que operan más de 400 ambulancias. Según los últimos datos facilitados por las autoridades provinciales, se calcula que más de 50.000 personas han muerto, de las que 20.000 se ha confirmado el fallecimiento; mientras que son más de 12.000 los que permanecen todavía sepultados y 102.000 los heridos.
Fuente: Diario El País de España
El presidente chino, Hu Jintao (derecha), a su llega a Mianyang, donde fue recibido por el primer ministro Wen Jiabao
AFP - 16/05/2008
Dentro de una campaña política destinada a demostrar tanto en casa como en el exterior que el Gobierno del Partido Comunista de China (PCCh, en el poder desde 1949) tiene controlada la situación, Hu tiene previsto supervisar las labores de rescate en la zona, según informa la agencia de noticias Xinhua.
Además de las víctimas, el presidente visita también a las tropas y al personal médico que trabajan 24 horas intentando rescatar a los sepultados en la zona del epicentro, en el distrito de Wenchuan (provincia de Sichuan). Allí se encuentra desde el lunes el primer ministro Wen Jiabao, que ha estado en escuelas con niños sepultados, heridos y otros damnificados para asegurarles que el Gobierno se va a ocupar de ellos.
Según Xinhua, este jueves las fuerzas de seguridad rescataron a más de 20.000 personas que habían quedado incomunicadas en la zona del epicentro del terremoto desde el lunes. El rescate de estas víctimas coincidió con la restauración de buena parte de las carreteras que llevaban a los distritos de Wenchuan y Beichuan.
Wen ha señalado que la pérdida de vidas humanas se ha visto reducida gracias a la efectiva actuación de su Gobierno y añadió que "salvar vidas es todavía la máxima prioridad". Sin embargo, los familiares de los niños fallecidos señalan a la prensa extranjera que las autoridades locales están mintiendo al primer ministro sobre la cifra real de muertos en cada zona.
En el que está siendo un "annus horribilis" para China en cuanto a catástrofes, accidentes e inestabilidad social, y a menos de tres meses de que se celebren los Juegos Olímpicos de Pekín, el gobierno reaccionó de forma muy rápida ante la catástrofe, enviando a más de 130.000 efectivos del ejército y fuerzas de seguridad a la zona.
Ministerios como los de Sanidad, Finanzas, Industria e Información, Asuntos Civiles y Educación se coordinan para salvar vidas y proporcionar ayuda en la zona, con un total de 159 millones de dólares del Gobierno central destinados a este objetivo.
Más de 10.000 profesionales médicos trabajan en la zona más devastada, en la que operan más de 400 ambulancias. Según los últimos datos facilitados por las autoridades provinciales, se calcula que más de 50.000 personas han muerto, de las que 20.000 se ha confirmado el fallecimiento; mientras que son más de 12.000 los que permanecen todavía sepultados y 102.000 los heridos.
Fuente: Diario El País de España
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