Muy pronto los agentes de seguridad en los aeropuertos pudieran ver la imagen de los pasajeros hasta sus más íntimos detalles en una pantalla electrónica. El Aeropuerto Internacional de Miami es uno de una docena a nivel nacional que han comenzado las pruebas piloto de los escáneres, que pueden detectar armas y explosivos escondidos bajos varias capas de ropa.

"Permite detectar objetos que no son metálicos y que por lo tanto no se pueden identificar con detectores de metales, y artículos que incluso no se detectan en los registros a mano'', dijo Mark Hatfield, director federal de seguridad de la Dirección Seguridad en el Transporte (TSA) en el Aeropuerto de Miami.
Cuando el pasajero entra en el cubículo de la máquina, extiende sus brazos y piernas durante varios segundos, mientras una tecnología de ondas milimétricas crea una imagen. A unos 25 pies de distancia, en un cubículo cerrado, un agente de seguridad en contacto con el pasajero por radio, observa la silueta electrónica --con la cara en muy baja resolución-- en una pantalla. Entonces el agente determina si el pasajero lleva algún arma oculta, como un cuchillo de cerámica o un detonador de explosivos, dijo Hatfield.
"La imagen en la pantalla es más humanoide que humana'', dijo. "Lo importante es que ofrezca una visión clara de objetos peligrosos. Y la persona que se somete al escáner nunca ve al operador'', agregó.
Hasta el momento la tecnología se ha usado durante cinco días en dos puntos de seguridad en el Aeropuerto de Miami, en los Pasillos G y J, en reemplazo de máquinas que emitían chorros de aire para detectar rastros de explosivos. Al menos dos escáneres corporales más se desplegarán en los próximos meses, dijo Hatfield. Cada máquina cuesta $170,000. Hasta la fecha no se han detectado explosivos, dijo.
Al menos por ahora, la TSA usa un sistema de "selección aleatoria'' para escoger a los pasajeros que se someten a la revisión, y es opcional. Los pasajeros que se nieguen son sometidos a un registro a mano. Todos los pasajeros tienen que pasar por detectores de metales. "Esta máquina agrega un nuevo nivel de seguridad al aeropuerto'', dijo Marc
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"Permite detectar objetos que no son metálicos y que por lo tanto no se pueden identificar con detectores de metales, y artículos que incluso no se detectan en los registros a mano'', dijo Mark Hatfield, director federal de seguridad de la Dirección Seguridad en el Transporte (TSA) en el Aeropuerto de Miami.
Cuando el pasajero entra en el cubículo de la máquina, extiende sus brazos y piernas durante varios segundos, mientras una tecnología de ondas milimétricas crea una imagen. A unos 25 pies de distancia, en un cubículo cerrado, un agente de seguridad en contacto con el pasajero por radio, observa la silueta electrónica --con la cara en muy baja resolución-- en una pantalla. Entonces el agente determina si el pasajero lleva algún arma oculta, como un cuchillo de cerámica o un detonador de explosivos, dijo Hatfield.
"La imagen en la pantalla es más humanoide que humana'', dijo. "Lo importante es que ofrezca una visión clara de objetos peligrosos. Y la persona que se somete al escáner nunca ve al operador'', agregó.
Hasta el momento la tecnología se ha usado durante cinco días en dos puntos de seguridad en el Aeropuerto de Miami, en los Pasillos G y J, en reemplazo de máquinas que emitían chorros de aire para detectar rastros de explosivos. Al menos dos escáneres corporales más se desplegarán en los próximos meses, dijo Hatfield. Cada máquina cuesta $170,000. Hasta la fecha no se han detectado explosivos, dijo.
Al menos por ahora, la TSA usa un sistema de "selección aleatoria'' para escoger a los pasajeros que se someten a la revisión, y es opcional. Los pasajeros que se nieguen son sometidos a un registro a mano. Todos los pasajeros tienen que pasar por detectores de metales. "Esta máquina agrega un nuevo nivel de seguridad al aeropuerto'', dijo Marc
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