Tiene 13 años, iba a ser una atacante suicida, pero se entregó

En un episodio que reavivó la preocupación sobre la creciente ola de ataques suicidas perpetrados por mujeres, una adolescente armada con un chaleco cargado con explosivos se entregó a las fuerzas de seguridad locales luego de arrepentirse de llevar a cabo un atentado suicida en una ciudad del norte de Irak. En un comunicado, el ejército norteamericano informó ayer que la niña de 13 años se había entregado a la policía anteayer en Baquba, capital de la inestable provincia de Diyala, donde los militantes sunnitas de Al-Qaeda llevan adelante una guerra contra las fuerzas estadounidenses e iraquíes. "Los informes dicen que se acercó a la policía iraquí diciendo que tenía puesto el chaleco y que no quería llevar eso adelante", indicó ayer el vocero del ejército norteamericano, David Russell. "Aún se está revisando si fue forzada a ponerse el chaleco o si lo hizo voluntariamente."




La policía local, sin embargo, dijo que la joven tendría 17 años y que no se entregó, sino que fue detenida luego de que se le descubriera el chaleco. El video de la detención, que la policía difundió ayer a la prensa, muestra a una adolescente con el pelo teñido de rojo, que habla con cuatro policías iraquíes a la distancia, con la espalda contra una pared. Luego de algunos minutos, uno de ellos se le aproxima y le ata los brazos a una reja. Acto seguido, dos policías remueven el chaleco. Tras revisarla, uno de ellos se quita la chaqueta y se la pone a la niña para que se cubra los hombros desnudos.

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